Los Mossos d'Esquadra han detenido a dos hombres de 37 y 39 años que habían llegado a estafar unos 30.000 euros a ancianos y ancianas de Barcelona haciéndose pasar por revisores del gas. Los dos detenidos, que fueron arrestados el 17 y el 24 de marzo, acumulaban entre ellos una veintena de antecedentes policiales, la mayoría por otras estafas de esta tipología, y están acusados de ser los presuntos autores de un delito de estafa y de otro de hurto.
Estafas a personas mayores y con problemas de movilidad
Los estafadores se centraban en personas de edad avanzada que vivieran solas y, en algunas ocasiones, que también tuvieran problemas de movilidad, ya que así eran vulnerables y no oponían resistencia. Una vez identificaban a su objetivo, según ha adelantado Betevé, accedían al domicilio de las víctimas haciéndose pasar por revisores del gas para poder robarles. A veces, incluso, para hacerlo más creíble, avisaban por teléfono antes de la visita, haciéndoles creer que se trataba del servicio telefónico de la compañía.
Una vez ya estaban dentro del domicilio, argumentaban que se tenía que hacer una revisión o que había habido algún problema. Mientras uno de ellos se encargaba de hacer la inspección o arreglar la incidencia, el otro aprovechaba que la víctima estaba entretenida para pasearse por el piso y robar todo el dinero y joyas que pudiera. Además, se las ingeniaban para engañar a la víctima porque les acaban dando el PIN de la tarjeta de crédito, con el cual posteriormente podían sacar dinero también desde un cajero automático. De esta forma habrían cometido, como mínimo, tres asaltos. La investigación de los Mossos ha permitido identificar y detener a dos de los miembros de la banda, aunque no se ha querido facilitar su nacionalidad. La investigación, sin embargo, continúa abierta y no se descartan más detenciones de otros miembros del grupo criminal.