Los productos falsificados que acaban siendo vendidos en el conocido como top manta en varios puntos de Catalunya salen de algún sitio. No todos del mismo lugar, pero sí que muchos salían del mismo almacén, en Alpicat, en el Segrià, donde la Guardia Civil ha detenido este verano a uno de los reyes del top manta, un hombre senegalés, nacionalizado español, que, desde este punto, distribuía el material falsificado por toda Catalunya y también en el resto del Estado y en países europeos. La bautizada como operación Kermel, de los agentes de la policía judicial de la Guardia Civil de Lleida, bajo la batuta del capitán Antonio Lorenzo, arrancó cuando detectaron que se habían disparado las intervenciones de material falsificado que acababa en mercadillos y en el top manta de la zona de Lleida. Para averiguar de dónde salían, los agentes de la Guardia Civil empezaron a rastrear el material hasta llegar a dos almacenes de Alpicat, en el Segrià, muy cerca de Lleida. Desde allí, los investigadores detectaron que llegaban y salían grandes cantidades de material falsificado que después acababa a la venta en puntos habituales de este tipo de negocio, en la misma demarcación de Lleida, pero también en la zona del Camp de Tarragona, en Cambrils y Salou, y también en otros puntos del Estado y en países como Francia y Alemania.

Tirando del hilo, los investigadores de la Guardia Civil han podido documentar que esta trama, que dirigía un hombre de unos 50 años, era la organización criminal dedicada a la importación y distribución de material falsificado más activa de Catalunya y la que se encargaba de abastecer a varios grupos criminales que eran sus clientes. El hombre arrestado, que la policía considera el líder del grupo, recepcionaba los productos, los organizaba y los entregaba a los compradores. Algunos de ellos iban al almacén de Alpicat, otros recibían el material directamente en los almacenes que tienen cerca de donde venden, por ejemplo, en Reus o Salou, y otros se lo hacían enviar por empresas de mensajería —aprovechando que tenía varios DNI de otras personas para evitar el rastreo policial.


El negocio de este rey del top manta estaba, según las investigaciones de la Guardia Civil, muy bien organizado. Él recibía los pedidos por WhatsApp o por teléfono, con las necesidades que tenían, y recibía el dinero también en efectivo, por mensajería, y cuando ya tenía el pago, les enviaba la ropa. En los dos almacenes intervenidos han encontrado todo tipo de material, algunas falsificaciones de alta calidad y otras de menor calidad: camisetas deportivas de todos los equipos de primer nivel, españoles e internacionales, y también camisetas, zapatillas, bolsos de mano y bañadores de marcas de alto valor. Los agentes de la Guardia Civil que iniciaron la investigación después de detectar un incremento de piezas intervenidas en Lleida no se imaginaban que acabarían desarticulando esta trama con todas las ramificaciones, locales e internacionales, del negocio del top manta.

La investigación, por ahora, sigue abierta. Hace falta ampliarla para llegar también a la escala superior del hombre detenido en Alpicat —que, por cierto, está en libertad con cargos— y aclarar de dónde sale esta ropa y quién la importa hasta el Estado español. Todo el material intervenido en los registros en Alpicat, en los almacenes y en la casa del hombre servirá también para redibujar este circuito de las piezas textiles falsificadas. Aunque el detenido lo sitúa la policía en un alto nivel de la trama criminal, creen que por encima de él, o en una escala similar, hay más personas. En la intervención del material en Ponent se sacaron del mercado negro más de 30.000 piezas falsificadas por un valor, según la Guardia Civil, de más de 5 millones de euros.

Red criminal del 'top manta' en Catalunya

Esta investigación se ha hecho de manera paralela a otras que también ha hecho la Guardia Civil, en coordinación con otros cuerpos policiales, contra este tipo de delitos. Aunque el más evidente es el contra la propiedad industrial, por las falsificaciones, la Guardia Civil también enmarca esta ofensiva contra el top manta en los delitos relacionados con evasión de impuestos y explotación laboral. Además, desde la Guardia Civil, y tal como ha detallado el general Pedro Antonio Pizarro, jefe del Instituto Armado en Catalunya, también se ha puesto en relieve la peligrosidad de este tipo de negocios instalados en casa nuestra. Durante este verano se han hecho más de 50 actuaciones contra el top manta y se han intervenido más de 139.000 artículos, por un valor de 26 millones de euros. Se ha imputado a un centenar de personas y se han hecho dos detenidos: el de Alpicat y otro hombre, también extranjero, del mismo país, en Roses, en una investigación paralela. También en esta guerra contra el top manta, los Mossos y la policía española detuvieron, en Salou, a una quincena de personas por delitos similares.

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El capitán de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Lleida, Antoni Lorenzo / GRS

El general también ha insistido, de manera muy clara, en la peligrosidad que representan estas organizaciones del top manta. Según Pizarro, las redes del crimen organizado que operan detrás de la venta del top manta no son en ningún caso inofensivas ni tienen un valor humanitario. Operan claramente con el objetivo que tienen todas las organizaciones criminales: generar beneficios y volver a invertirlos en más crimen organizado. Y, avisa Pizarro, estos negocios "escalan". Hoy invierten en el top manta, pero en un futuro los beneficios pueden acabar invertidos en otros negocios, si hace falta, más peligrosos, incluso, tal como alertan desde Europol, en el terrorismo.

Peligro de que Catalunya se convierta en un hub logístico del 'top manta'

En las detenciones e investigaciones hechas este verano en Catalunya, aunque se ha analizado, no se han encontrado vínculos con el creciente movimiento islamista violento subsahariano con los detenidos. Sí que han podido comprobar que algunos de los manteros que compran el material a estas mafias, y que son los que venden el material a pie de calle, vienen a Catalunya para hacer "la temporada" y después se van. "Con lo que ganan, después viven todo el año en su país, con buenas condiciones", ha asegurado el general Pizarro. Esto hace que muchas veces los manteros respondan de manera violenta a las actuaciones policiales, ya que si pierden el material, que ya han pagado, pueden perder toda la temporada y el dinero invertido. El delegado del gobierno español en Catalunya, Carlos Prieto, que ha comparecido acompañando al general y al capitán, ha aprovechado para sacar pecho de las intervenciones de la Guardia Civil —aunque haciendo un apunte a la colaboración con otros cuerpos— y para enviar un mensaje a las "mafias" del top manta. El delegado español asegura que se está trabajando de manera intensa para evitar que Catalunya se convierta en un "hub logístico" de primer orden de las falsificaciones y punto de distribución para toda Europa.