El hambre, que es la principal causa de muerte en muchos lugares del mundo, así como el cambio climático, cuyos efectos son devastadores y cada vez más notorios, son dos de las grandes problemáticas a las que se debe hacer frente lo más rápido posible. Con este objetivo, científicos de Corea del Sur creen haber encontrado la solución con la que, al menos, minimizar ambas problemáticas. No obstante, se trata de una alternativa que puede no gustar a los paladares más finos, ya que consiste en la ingesta de carne artificial hecha con unos ingredientes, cuanto menos, peculiares. 

Los científicos de la Universidad de Wonkwang, en Corea del Sur, han publicado recientemente un proyecto en el que se destaca el alto contenido en proteínas que albergan los gusanos de la harina, así como las larvas de escarabajo, por lo que se lanzaron a cocinar preparados especiales que simulaban la carne mezclando estos insectos con azúcar. Siendo conocedores, también, de la importancia de encontrar alimentos que sustituyan la carne, los resultados de su preparado especial les sorprendieron tanto por el sabor como por la facilidad de elaborarlo. Según los mismos científicos, el sabor que tiene el preparado es muy similar al de la carne, a la vez que resulta beneficioso tanto para los consumidores como para el planeta. 

Los gusanos emiten diferentes olores y sabores según como se cocinen

El doctor Hee Cho, líder del proyecto, explica que estudiaron el ciclo de vida del gusano de la harina y descubrieron que los gusanos emiten olores y sabores diferentes según el modo en que se cocinen. Así, a pesar de que el olor natural de los gusanos es de tierra húmeda, explica que cuando se cocinan, por ejemplo, al vapor, su olor es similar al del maíz dulce; cuando se asan o fríen, en cambio, tienen un olor y sabor parecido al de los camarones. Cuando son mezclados con azúcar, se obtiene un aroma y sabor muy similar al de la carne de ternera

A pesar de que en varias culturas es normal la ingesta de gusanos, en muchas otras este hecho se considera grotesco e incluso repulsivo. El doctor Hee Cho admite que los insectos no son "universalmente aceptados" debido a "su apariencia repelente y características de sabor únicas" pero, a la vez, también explica que el gusano de la harina "es uno de los insectos comestibles más utilizado en el mundo". El doctor se muestra optimista con el hecho de que el uso de gusanos de la harina como saborizante de carne ayude a salvar estas diferencias culturales. Por ahora, la solución del doctor Cho se centra en agregar el triturado de gusanos cocinado a los otros productos. 

Los insectos comestibles presentan numerosos beneficios para la salud

El proyecto liderado por el doctor Cho también muestra los beneficios de comer insectos para la salud de las personas. Así pues, el doctor Cho sostiene que los insectos "son una fuente de alimentos nutritivos y saludables con grandes cantidades de ácidos grasos, vitaminas, minerales, fibra y proteínas de alta calidad, que son como las de la carne".

¿Cómo impactan los insectos en la erradicación del hambre y el cambio climático?

El hecho de usarlos como sustitutivo de la carne, además de ser beneficioso para la salud, también lo es para el cambio climático y la erradicación del hambre. La industria cárnica es la responsable de un tercio de las emisiones de gases de efecto invernadero; a la vez, la carne no llega a todos los sitios del mundo, ni todos están preparados para acoger granjas, por lo que el consumo se reduce a unos pocos países. Los insectos, en cambio, requieren de un menor mantenimiento y se encuentran prácticamente en todo el planeta, por lo que tienen todos los números para utilizarse como sustitutivos de la carne.