Un grupo de jóvenes agredió a dos hermanos dentro de un coche este domingo a Cabo de Palos (Murcia). Una de las víctimas era ciega. El grupo de jóvenes estaba haciendo botellón y atacaron a los dos chicos de 37 años. Les rompieron un dedo y un pómulo.

Dos chicos fueron agredidos cuando se encontraban en el coche

Dos chicos de 37 años fueron agredidos cuando se encontraban en el coche. Uno de ellos era ciego, según ha explicado un familiar. Los chicos se encontraban al lado de un campo de fútbol con su vehículo.

Cuando el coche estaba aparcado, intentaron salir al exterior. Pero un grupo de jóvenes estaban bebiendo en la calle y se inició una discusión. Después empezaron a golpearlos, ha explicado LaOpiniondeMurcia.es.

Uno de los familiares ha definido que las edades de los agresores estaban entre los "20 y 25 años". Provocaron varios daños. Les rompieron un dedo, un pómulo y una luna del coche. También les robaron algunas pertenencias. El teléfono móvil de uno de ellos y la mochila que contenía objetos de valor fueron sustraídos, según ha relatado Antena3.com.

Los agredidos han denunciado los hechos

La Guardia Civil llegó al lugar de los hechos para encontrar a los agresores. Las víctimas fueron trasladadas a un centro sanitario para ser atendidos inmediatamente.

Los dos presentaban unas lesiones que no eran graves. La policía ha explicado que los dos agredidos han denunciado los hechos. La Guardia Civil continúa con la investigación para estudiar el suceso.

Agresión en un tren en Mollet

Este domingo un pasajero ha agredido a dos vigilantes de seguridad en un tren de Rodalies a la estación Mollet-Santa Rosa (Mollet del Vallès). Lo acusaron de no tener billete y lo quisieron hacer fuera del tren. El pasajero no quiso bajar y atacó a los vigilantes de seguridad.

Otro pasajero grabó el vídeo de la disputa. La discusión se inició porque los vigilantes dijeron que no tenía billete. El pasajero contestó que sí que había pagado el billete y que llegaba tarde al trabajo.

El pasajero golpeó y dio puntadas a los vigilantes porque querían sacarlo del tren. Llegó a coger a uno por el cuello y se tiró en el suelo. El otro le dio golpes con la porra y al final lo pudieron echar.

Cuando se encontraba en el exterior del tren, impidió que el tren cerrara las puertas poniendo el pie en el medio. Un vigilante volvió a darle golpes con la porra hasta que sacó el pie. Después el tren pudo continuar su recorrido.