La cadena de supermercados Awami que horroriza a los vecinos del barrio de Artigues de Badalona sigue resistiéndose a cerrar sus puertas a pesar de la retahíla de quejas y sanciones que acumula desde que empezaron a aparecer por la ciudad a finales del año pasado. La Guàrdia Urbana y la Policía Nacional le están haciendo la guerra sin descanso y en un nuevo operativo conjunto llevado a cabo este lunes, han registrado seis de estos establecimientos insalubres e ilegales que se dedican a vender productos alimenticios y de limpieza del hogar.
Durante las entradas en estos locales, todos ubicados en la avenida de Alfons XIII, en el tramo comprendido entre la calle de Aribau y la avenida de Joan XXIII, se han identificado y detenido 16 personas de origen paquistaní, indio y nepalí, acusadas de incumplimiento de la ley de extranjería y se han levantado ocho actas administrativas -cuatro por falta de licencia y seguro y cuatro por carencias en las cámaras de seguridad-, en una operación que se ha hecho en colaboración con agentes de Inspección de Trabajo de la Generalitat de Catalunya.
El alcalde de Badalona, Xavier Garcia Albiol, ha explicado que a lo largo de este año la Guàrdia Urbana ya había actuado en diferentes ocasiones en estos establecimientos, que no disponen de licencia de actividad, carecen de las medidas básicas de higiene y salubridad, tienen cámaras de videovigilancia ilegales y causan muchos problemas de convivencia a los vecinos de esta calle con conductas incívicas y ocupando la vía pública. "No pararemos hasta que entiendan que en nuestra ciudad se respetan las normas", ha aseverado Garcia Albiol.
Un año dando problemas a los vecinos
Hace justo un año, en diciembre del 2023, la Guàrdia Urbana ya abrió diligencias para precintar uno de estos supermercados de la avenida de Alfons XIII. En aquel caso, el motivo de la sanción fue una conexión eléctrica irregular que ponía en grave riesgo no solo a los trabajadores y clientes, sino a los vecinos de los pisos circundantes, ya que podía provocar un incendio en cualquier momento. El local, sin embargo, no quedó clausurado definitivamente, ya que pudo volver a abrir tan pronto como resolvió este problema, instalando una conexión legal y segura.
Un año después, las irregularidades y las sanciones siguen acumulándose, pero desde el Ayuntamiento han asegurado que se seguirán promoviendo "operativos policiales en todos los establecimientos y negocios que causen problemas y perjudiquen los vecinos, para asegurar la buena convivencia y el cumplimiento de las normas".