Los Mossos d'Esquadra y la Guardia Civil han iniciado esta mañana a primera hora un dispositivo para desmantelar una organización criminal ubicada en Barcelona dedicada al tráfico de cocaína y también de drogas sintéticas a escala internacional. La investigación, liderada por la División de Investigación Criminal (DIC) de Barcelona, prevé entre cinco y diez detenidos, según si pueden ser localizados todos los objetivos previstos. Se han hecho seis entradas, la mayoría en la capital de Catalunya, si bien también se ha hecho una en Eivissa y se esperan dos más, donde los Mossos han enviado agentes junto con los investigadores de la Guardia Civil. El caso se ha bautizado como Molly.

 

El caso arrancó en paralelo en Catalunya y Australia. A través de los organismos de coordinación, la policía australiana, que se ha desplazado hasta Barcelona para participar en la explotación del caso, notificó a las autoridades españolas que estaban haciendo esta investigación y que habían llegado hasta Barcelona. Desde el CITCO, el mecanismo de coordinación, se informó a la Guardia Civil, que supieron también que los Mossos tenían una investigación en marcha contra esta organización criminal, y se tuvo que crear un grupo de trabajo conjunto entre las dos policías, que ha acabado con la explotación del caso, este miércoles a primera hora, en varios puntos de Barcelona y también en Eivissa.

Un año escondidos en la calle de Tortellà, en el Poblenou

Entre los detenidos hay personas de diferentes nacionalidades, también española e italiana, si bien parte de los objetivos son de origen de fuera de Europa, algunos del Magreb. El principal investigado, Yassine N., es magrebí, si bien ya tiene la nacionalidad española. Su pareja, Sara C., también una de las consideradas por la policía líder de la banda, es de nacionalidad española. En el operativo participan también agentes de la policía de Australia. Según ha podido saber ElCaso.com, la trama que hoy se ha desmantelado en Barcelona está relacionada con una organización que ya fue investigada y desmantelada en aquel país. Además de las seis entradas simultáneas y la de Eivissa, se espera que se hagan dos más en Gràcia y la zona de la Sagrada Familia, y también se harán dos registros en un bar y un local de Sants y Ciutat Vella. El principal investigado ha sido arrestado en el tercer piso del número 4 de la calle de Tortellà.

ARRO Mossos CasMolly
Los Mossos han hecho siete entradas judiciales en Barcelona y una en Ibiza / GRS

Los vecinos han explicado a ElCaso.com que las entradas y salidas de gente del bloque, de madrugada, eran habituales desde hacía un año, cuando la pareja se instaló. Vivían en un piso arreglado, con terraza y llevaban un elevado nivel de vida, aseguran también los vecinos. Durante estos poco más de doce meses que Yassine y Sara han vivido en el bloque han generado problemas y un día intentó agredir a la chica que se encargaba de limpiar la escalera, que se marchó y no volvió más, atemorizada por la pareja detenida y familiares suyos.

Drogas sintéticas a escala internacional

Según las primeras informaciones, pendientes de nuevos detalles que puedan adelantar los investigadores, si bien el caso está bajo secreto de sumario, la organización se dedicaba a la venta, en Barcelona y también en el ámbito internacional, de cocaína y también de drogas sintéticas, sobre todo en las zonas de ocio. En las entradas que se han hecho, Guardia Civil y Mossos han desplegado agentes del ARRO para hacer los asaltos, y también guías caninos especializados en la búsqueda de drogas y dinero en efectivo. Se han hecho entradas en la zona de Sant Martí, en la calle del Perú y en la calle de Tortellà, y también en un piso junto a la Sagrada Familia. Los líderes de la organización llevaban un ritmo de vida alto. En uno de los pisos intervenidos, el alquiler que pagaban los inquilinos superaba los 2.500 euros. Durante la mañana se facilitarán más detalles de esta nueva redada antidroga, ahora contra las drogas sintéticas, en la capital de Catalunya.

Australia Mossos Molly
Una investigación de la policía australiana coincidió con una investigación que tenían en marcha los Mossos / GRS