La delegada del gobierno español en el País Valencià, la socialista Pilar Bernabé, ha anunciado que las investigaciones hechas por la Policía Nacional del fatal incendio de València, que quemó por completo un edificio de catorce plantas en el barrio de Nuevo Campanar, a las afueras de la capital, no se inició, como se había apuntado inicialmente, en un toldo del exterior. Según las informaciones recogidas ahora por la Policía Científica, todo parece indicar que se inició en una de las cocinas, y, concretamente, en una nevera.
El incendio dejó a diez personas muertas y casi 140 familias sin casa. El incendio se originó, según la versión facilitada ahora por el gobierno español, en el apartamento 86, el sexto apartamento de la octava planta. Las diligencias, que han sido secretas los últimos días, tendrán que aclarar los hechos y como las llamas, que se iniciaron en torno a las cinco de la tarde, calcinaron completamente las dos torres, teniendo que evacuar a más de 450 personas.
El incendio no tiene origen criminal
El que sí que se ha podido saber es que el juzgado que asumió la investigación el día de los hechos, y que fue el encargado de hacer el levantamiento de los cadáveres localizados en el interior del edificio, archivó el caso la semana pasada después de no detectar ninguna irregularidad criminal en el incendio. Al tratarse de un accidente, judicialmente no tiene recorrido. Sin embargo, la investigación puede ser clave por si hay que resarcir responsabilidades entre los vecinos y los constructores, si hay.
No solo diez personas perdieron la vida, también hay millones de euros en gastos por daños. Ahora se entra en una nueva fase. Familias y aseguradoras tendrán que iniciar todos los trámites necesarios para poder gestionar la eventual reconstrucción de los pisos y estudiar la viabilidad de volver a vivir en sus viviendas.