Los Bombers de la Generalitat trabajan desde esta madrugada en la extinción de un incendio en la planta de compostaje de Botarell, en el Tarragona. Los servicios de emergencias han recibido el aviso cuando faltaban pocos minutos para las dos, y se han activado doce dotaciones terrestres, con 28 efectivos, que se han desplazado hasta el lugar. A primera hora de este lunes el perímetro ya se ha estabilizado, y a estas alturas siguen en el lugar cuatro vehículos de mando y tres de agua para controlar el perímetro. En total, las llamas se han extendido por una superficie de dos hectáreas de pilas de poda de jardinería, que han quemado al 100%.
Ahora mismo, aunque se ha frenado la expansión del fuego y ya no hay llamaradas, el incendio continúa activo y humeante. Gracias al exhaustivo trabajo de toda una noche de los Bombers, las naves de los alrededores no han sido afectadas, y su previsión es que el incendio no vaya a más. Por otra parte, tampoco se han reportado heridos, ya que a aquellas horas no había nadie en la planta, gestionada por la empresa pública Secomsa, encargada de la recogida selectiva y el tratamiento de residuos de una treintena de municipios.
Los Bombers de la Generalitat han hecho mediciones de la calidad del aire con seguimiento, a través del Grupo de Riesgos Tecnológicos, hasta Riudoms y Montbrió del Camp, con resultados toxicológicos negativos. Eso sí, con la columna de humo desplazada hasta estos municipios, el viento también ha llevado malos olores, con el consecuente malestar que ha provocado entre los vecinos.
La planta hace un año que quema de manera controlada
El 14 de abril del 2023, se declaró un incendio en esta planta y afectó a 28.000 metros cúbicos de restos vegetales. Un año después, todavía no se sabe con certeza qué originó el fuego; desde Secomsa señalaron los procesos de fermentación de estos materiales y las altas temperaturas de aquellos días como posible origen, y el fuerte viento como la causa de que se acabara extendiendo. Aunque pudieron controlar las llamas, los Bombers no consiguieron apagar del todo el fuego y decidieron dejarlo quemando confiando en que se apagaría por sí solo.
No ha estado así, sin embargo, y este proceso de autocombustión ha seguido durando todo un año de forma "interna y lenta", según los Bombers de la Generalitat, aunque esta madrugada el fuego se ha reavivado. Las acusaciones del grupo ecologista GEPEC que señalan una mala gestión de la planta por parte de Secomsa, hicieron que se planteara, hace solo unas semanas, remover los restos para intentar apagar el fuego definitivamente. Xavi Giménez, presidente de GEPEC, ha admitido que incendios de este tipo son habituales en plantas de reciclaje, pero ha asegurado que "no es normal que eso cause un incendio que queme durante un año".
Por su parte, desde la empresa Secomsa han asegurado que cumplen todos los protocolos, con las pilas de poda bien separadas y protegidas con cortafuegos. También han asegurado que el incendio solo afectó, y afecta, a la zona donde se acumula materia vegetal, y que la materia orgánica que acumulan en la planta no quemará, al estar deshidratada y tratada debidamente con el objetivo, justamente, de evitar la posibilidad de un incendio.