Marin Egeo Sabau es el hombre que ayer puso en alerta todo el Camp de Tarragona. Al mediodía abrió fuego contra sus compañeros de trabajo, en las oficinas de Securitas, en Tarragona, y después hirió a un agente de los Mossos de la comisaría de Reus en su huida, en la rotonda de Maspujols. Finalmente, se atrincheró en una masía junto a la riera de Maspujols (Tarragona) y fue allí donde también inició un tiroteo contra los Mossos d'Esquadra, concretamente, contra los agentes del Grupo Especial de Intervención, el GEI, la fuerza de élite de la policía catalana.
Herido por tres tiros de bala
Durante la resolución del incidente, los agentes del GEI repelieron el ataque con un intercambio de tiros. A pesar de estar bajo fuego real, los agentes del GEI no sufrieron ninguna lesión ni baja. El objetivo, el vigilado de seguridad que llevaba un rastro de cuatro heridos, uno de ellos, crítico, sí que quedó herido. Recibió el impacto de tres tiros y quedó tendido en el suelo, donde tuvo que ser estabilizado por técnicos y médicos del Sistema de Emergencias Médicas (SEM), tal como se puede ver en estas imágenes, y después trasladado crítico en el hospital de Bellvitge de Barcelona.
En las primeras curas del pistolero de Tarragona participaron integrantes de las unidades Orca, de la Unidad de Intervención y Soporte del SEM, una unidad especializada, como el GEI, por trabajar en entornos tácticos y con nivel de peligrosidad crítica. Como se ve en las imágenes de Fabian Acidres, la compenetración de los Mossos y del SEM, que entrenan conjuntamente para hacer frente a escenarios como los de ayer en Maspujols, fue total, convirtiéndola en clave del éxito.
Imagen del dispositivo entre agentes de los Mossos d'Esquadra y de UIS del SEM para salvar la vida al pistolero de Tarragona, después del asalto del GEI para poner punto y final al incidente, en una masía de Maspujols. Fotografía de Fabian Acidres