Euskadi pone fin a la búsqueda del cuerpo de Joaquín Beltrán, el trabajador del vertedero de Zaldibar, Vizcaya, que quedó sepultado tras el derrumbe de restos el pasado 6 de febrero de 2020.
Adiós a Joaquín Beltrán, sepultado desde 2020
Después de quince meses de búsqueda incansable de Joaquín Beltrán, el Gobierno vasco finaliza el dispositivo que peinaba la zona y rastreaba el vertedero en el que el cuerpo debería estar sepultado.
A finales del pasado mes de abril comenzó la cuenta atrás de la búsqueda, en la que se analizó la última zona de las consideradas calientes, donde podía haber quedado atrapado Beltrán.
A finales del pasado abril, se avisó de que la búsqueda se mantendría hasta mediados de mayo, cuando se rastrillarían los últimos 15.000 metros cúbicos de restos.
Se trataba del área más geotécnicamente comprometida de todo el vertedero por encontrarse a pie del dique y ser el lugar con mayor cota de material desprendido sin una mínima compactación, se añadió.
Ya no buscarán más en el vertedero de Zaldibar
En caso de no aparecer, advertían, la búsqueda se cesaría debido a la inestabilidad del terreno y a que la principal hipótesis es que los restos de Beltrán podrían estar descompuestos por "procesos físicos y químicos" dada la fricción y fuerza del derrumbe.
Ha sido el propio Lehendakari, Iñigo Urkullu, quien ha comunicado a la familia del desaparecido, de 51 años y natural de Zalla, Vizcaya, que se da por terminada su búsqueda.
Por su parte, los restos de la otra víctima, también trabajador del vertedero, Alberto Sololuze, aparecieron en agosto del año pasado.
Antes de esta última intentona antes de abandonar la búsqueda, ya se habían movilizado más de 700.000 metros cúbicos de residuos y rastrillado más de 400.000, en unas tareas sin descanso en las que trabajaban más de 100 personas cada día.
Ahora, la fase final del trabajo de emergencias es completar la estabilización del vertido, que se finalizará con el sellado de las bolsas.
Además, de forma paralela, un juzgado de Durango mantiene abierta una causa judicial doble, ya que se investiga un posible delito medioambiental y se intenta determinar si los gestores de la empresa de las instalaciones, Verter Recycling, fueron responsables de un homicidio imprudente.