El principal sospechoso del crimen en Jerez de la Frontera, en Cádiz, vivía con objetos muy extravagantes en su casa. Miguel, un jubilado de 78 años, está acusado de descuartizar a su mujer, iraní de 64 años, y ya había pasado 22 años en prisión por matar a un inmigrante y tratar de acabar con la vida de su exmujer. Pero esto no es lo más esperpéntico del caso, porque cuando los agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Policía Nacional fueron a detener al hombre con apariencia de agricultor, hallaron una muñeca "sexual hiperrealista" y zapatos femeninos, según ha adelantado El Periódico Mediterráneo este lunes.
Pero antes de ello, los investigadores llevaban casi dos meses buscando a Buran Forouzan, que estaba desaparecida y habían investigado previamente a Miguel. Él había sido la última persona con quien estuvo. En cualquier caso, este domingo por la mañana, el cuerpo sin vida de la mujer apareció al fondo de un pozo, descuartizado y escondido entre los escombros, en el término municipal de Jerez de la Frontera. En localizarlo, y con el fin de poder extraer el cadáver del depósito agrícola, se activó un amplio dispositivo de la Policía Nacional, donde colaboraron las unidades de Subsuelo, la Policía Científica y Medios Aéreos. Tras ello, la trasladaron al Instituto de Medicina Legal de Cádiz para poder practicarle la autopsia.
Todo esto es lo que encontró la Policía Nacional en su casa
El juzgado que lleva las diligencias del caso, decretó este domingo el secreto de sumario. No obstante, ha trascendido que el principal sospechoso y ya detenido, tenía antecedentes por haber matado a otro inmigrante e intentar acabar con la vida de su exmujer. Por el primer crimen ya había estado 22 años en prisión y, según apunta el medio citado, los agentes encontraron a Miguel prácticamente sin ropa cuando fueron a su casa y les dijo que "había alguien en la cama". Los policías pensaban que podría haber pasado otro crimen, pero al destapar las sábanas vieron una muñeca sexual hiperrealista, que cuesta unos 2.500 euros.
Los investigadores hablaron con varios vecinos mientras registraban la vivienda. Los residentes en la zona bromeaban con la "pareja" de Miguel, en referencia a la muñeca, la cual llamaban "la muda". También aseguraron que tenía una obsesión para mantener relaciones sexuales con mujeres, algunas de las cuales eran prostitutas, según el medio citado. Además, le gustaba guardar zapatos de mujer en su casa y los agentes recuperaron unas botas del mismo número que utilizaba la víctima. Aunque el detenido y la mujer asesinada no mantenían una relación sentimental, lo cual deja fuera el móvil de violencia de género, todo apunta a que Miguel, con sus antecedentes y las versiones contradictorias que dio a la Policía Nacional, es presuntamente el autor del crimen de Jerez de la Frontera.