Este domingo por la mañana, el cuerpo sin vida de una mujer aparecía en el fondo de un pozo, descuartizado y escondido entre los escombros, en el municipio de Jerez de la Frontera, en Cádiz. Para poder recuperar el cadáver, tirado en este depósito agrícola en una zona rural de Jerez, conocido como Cortijo de Ducha, se ha tenido que activar un amplio dispositivo de la Policía Nacional, en el que han colaborado las unidades de Subsuelo, la Policía Científica y Medios Aéreos. La víctima, de 60 años y origen iraní, llevaba desaparecida desde el pasado mes de julio, y su cuerpo ha sido trasladado al Instituto de Medicina Legal de Cádiz para poder practicarle la autopsia.

La investigación ha quedado en manos de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Policía Nacional, que está trabajando con la brigada de la policía judicial de la comisaría de Jerez de la Frontera para poder aclarar las circunstancias en las que murió la mujer. Por su parte, el juzgado que lleva las diligencias del caso ha decretado el secreto de sumario.

Un detenido

Según ha informado la Policía Nacional, hay un hombre detenido por la presunta muerte violenta de la víctima. Según ha avanzado el Diario de Jerez, el arrestado hacía semanas que estaba bajo vigilancia, al ser el principal sospechoso de la desaparición de la mujer que ha aparecido descuartizada al fondo del pozo. De hecho, fue este seguimiento que permitió localizar el cadáver, ya que el hombre solía acudir a la zona de Cortijo de Ducha, y los agentes sospecharon que quizás la tenía retenida por los alrededores. Detenido y víctima no mantenían una relación sentimental, por lo que el móvil de la violencia de género ha quedado descartado desde un principio.

De momento, la investigación continúa abierta, y el detenido se encuentra en estos momentos en dependencias policiales y está siendo interrogado sobre los hechos. Se prevé que durante los próximos días pase a disposición del juzgado en funciones de guardia de Cádiz.