No todo el mundo se atreve a denunciar cuando es víctima de un robo y estafa en un prostíbulo. La vergüenza, de ser estafado y de ser cliente de un lugar como este, muchas veces, hace que se eche atrás. Algunos clientes dan por perdida la cantidad de dinero estafado —a veces supera los 10.000 euros— para evitar ser victimizados nuevamente, pero otros optan por armarse de valor y denunciar los hechos. Es el caso de un testigo que ha contado el caso a ElCaso.com y ha presentado denuncia a la Policía Nacional, en Madrid, de un caso actual, de la semana pasada.

La historia, sin embargo, arrancó en Barcelona, concretamente, en la calle de París, cerca de la Diagonal, en el distrito del Eixample, en una casa de citas ya conocida por los investigadores de la policía catalana y por los lectores de este diario: París Nuit. Es la primera vez que tenemos el relato en primera persona de una de las víctimas de esta peligrosa estafa que sigue produciéndose en la capital de Cataluña.

Los antecedentes: el caso París

Hace justo un año, la Unidad de Investigación de los Mossos d'Esquadra de la comisaría del Eixample de Barcelona entró en dos locales controlados por personas de nacionalidad española y del Este de Europa para detener a varias personas relacionadas con una trama criminal que, supuestamente, se dedicaba a drogar a los clientes del prostíbulo para poder vaciarles las cuentas corrientes. Cuando los clientes quedaban aturdidos, y no recordaban nada, los supuestos ladrones utilizaban sus tarjetas de crédito para sacar dinero y hacer pagos desde el mismo local.

Sumas que ascendían a miles de euros. Los clientes no recordaban nada, pero nueve de ellos salieron del anonimato y denunciaron los hechos. Los Mossos lo investigaron y pudieron comprobar los hechos, recopilar indicios y solicitar al juez registros y escorcollos en dos locales, el de la calle París y en el Loreto Private Experience, en la calle de Loreto, donde se identificaron a catorce personas relacionadas con esta mafia y se detuvieron a cinco de ellas, cuatro hombres y una mujer, por los supuestos delitos de estafa bancaria, robo con violencia, agresión sexual y contra la salud pública. Sin embargo, la intervención policial no sirvió para detener las estafas, o eso ha podido saber ElCaso.com, que ha tenido acceso a una nueva denuncia por un caso igual, en el mismo lugar, con el mismo modus operandi, el pasado jueves, 10 de octubre.

Un nuevo caso, hace pocos días

La operación policial no sirvió para acabar con esta práctica, parece. Si en aquella ocasión la investigación se inició a raíz de varias denuncias de los días del Mobile World Congress, ahora un cliente que estaba en la ciudad de Barcelona, venido desde Madrid, pero originario de un país de Sudamérica, ha sido la víctima. Según la denuncia presentada ante la Policía Nacional, ya en Madrid —los Mossos no quisieron tomarle la denuncia, asegura, y tuvo que volver a Madrid—, a la que ha tenido acceso ElCaso.com, el relato es igual que el de los nueve hombres que presentaron denuncia en el año 2023 y que inició esta operación policial que terminó con detenidos. Casi al pie de la letra.

El hombre aprovechaba varios días en el Estado para visitar Barcelona. Por la mañana estuvo en varios lugares turísticos y luego acabó cenando en un local, donde tomó un par de rones. Alrededor de las tres de la madrugada tomó un taxi y le pidió que lo llevara a un lugar donde hubiera "fiesta y chicas", asegura. El taxista lo llevó hasta la calle de París, frente al número 188, donde entró en el local que el taxista le había recomendado. Ya en la barra, y tal como relata él a ElCaso.com y también consta en la denuncia presentada en Madrid, uno de los camareros del local le dijo que invitar a una chica a una copa costaba 80 €. Él, aún consciente, se puso en contacto con el taxista, con quien había intercambiado el contacto, y le preguntó si era normal, y el taxista le dijo que sí.

Recuerda haber pagado las copas. Y ya está. No recuerda nada más hasta las ocho de la mañana, cuando se despertó en una cafetería intentando tomar un café. "Me desperté y no sabía dónde estaba, no recordaba nada". Sin batería en el móvil, preguntando, pudo llegar al hotel donde estaba alojado. Lo tenía todo, supuestamente, nadie le había robado nada. No tenía resaca, pero no recordaba nada, apunta el hombre, que quiere preservar su anonimato, por su posición social en su país de origen.

Cargos por valor de 8.000 euros

Cuando abrió el terminal vio que desde su entidad bancaria le habían bloqueado dos cuentas corrientes después de varios cargos extraños hechos esa noche. En la cartera llevaba dos tarjetas de crédito y débito, y durante el tiempo que él no recuerda nada de nada, le hicieron cargos por valor de 8.400 euros. Con una de 8.045,80 euros y con la segunda, de 356 euros. Fue ahí cuando se asustó y supo que había sido víctima de una estafa. Pero no recordaba nada de nada.

El hombre sospecha que fue drogado con la primera copa. No es una teoría descabellada. El local es el mismo donde se destaparon casos similares y el modus operandi de estos supuestos ladrones es idéntico. En la denuncia presentada a la Policía Nacional este domingo 13 de octubre, él mismo explica esta sospecha. Más tarde, el hombre investigó el local donde el taxista lo había llevado y confirmó, leyendo una noticia en ElCaso.com, que había sido víctima de una estafa. Y no era la primera vez que en este local lo hacían. Ahora espera que la denuncia presentada en Madrid sea trasladada a Barcelona y sean los Mossos d'Esquadra de la Unidad de Investigación de la comisaría del Eixample quienes continúen la investigación para aclarar los hechos —será fácil, ya lo investigaron hace un año.

Las medidas cautelares impuestas por el juzgado de guardia que recibió el caso no han evitado que, siempre supuestamente, los acusados en aquel momento sigan cometiendo los mismos delitos. En este caso, robando más de 8.000 euros a un cliente. Con la denuncia y las gestiones con el banco, espera poder recuperar todo o parte del dinero robado.

El papel del taxista

De todo este caso, más allá de la supuesta estafa, ya denunciada, queda pendiente aclarar el papel del taxista que llevó al hombre a este local. La víctima se puso en contacto con él, quien dijo que no sabía nada, e incluso, según le ha dicho, fue hasta el local a pedir explicaciones. Asegura que le enseñaron un vídeo donde se ve al hombre firmando un documento que autoriza pagar 9.000 euros por una "fiesta" de dos horas con chicas del local, un hecho que la víctima niega y no recuerda. El taxista, asegura, lo ha animado a denunciar los hechos.

Más casos investigados por los Mossos

Más allá de los casos denunciados en el año 2023, donde la suma total de dinero estafado supuestamente por esta trama que controla, como mínimo, dos locales en Barcelona superó los 100.000 euros, y los casi 8.500 euros estafados a este cliente que ha puesto en conocimiento de ElCaso.com que la estafa sigue, este medio ha podido saber de fuentes policiales que se están investigando más casos. Uno de los más sonados, de un turista que fue estafado por valor de 250.000 euros con cargos fraudulentos después de ir dos noches seguidas a este local. Los cargos los hacían con los mismos datáfonos de los locales o incluso salían y retiraban el dinero desde un cajero, con los mismos clientes, que tenían sus capacidades anuladas. El local de la calle de París, donde se registró esta supuesta estafa, sigue abierto.

¿Qué droga ponen a los clientes?

Al cliente que ha presentado ahora la denuncia por los hechos de la noche del jueves al viernes de la semana pasada, no le han podido hacer una prueba médica para confirmar si fue drogado, tal como él sospecha, y tal como los Mossos pudieron confirmar que hacían con las víctimas durante la investigación del caso París de 2023. Ahora bien, todo parece indicar que los ladrones que quieren hacerse con el dinero de los clientes que entran en estos prostíbulos introducen algún tipo de droga depresora —benzodiacepinas, por ejemplo— en las consumiciones de los clientes. Una mezcla con el alcohol que anula los sentidos y la razón de las víctimas, que quedan completamente a disposición de los supuestos estafadores, hasta que se recuperan y vuelven al mundo real. Plumados.