Grave susto este sábado en el puerto de Tarragona. Hacia las dos y media del mediodía, las autoridades portuarias tuvieron que activar el plan de autoprotección en fase de alerta por el choque de dos buques mercantiles en sus instalaciones. La colisión se produjo cuando uno de los dos barcos, Elena VE, hacía maniobras para atracar en el Muelle de Castilla y se estampó accidentalmente contra el lateral del fuselaje Karpaty, que llevaba anclado en el Muelle de Navarra desde el pasado jueves cuando llegó de Malta.
Uno de los barcos acabó con un gran agujero fuera de la línea de flotabilidad
A consecuencia del fuerte impacto, Elena VE sufrió daños en la zona de estribor, pero el peor parado fue el Karpaty al acabar con un gran agujero en la parte metálica del casco del barco, tal como ha adelantado Tarragona Ràdio. Afortunadamente, sin embargo, la apertura se produjo en la parte superior del barco, fuera de la línea de flotabilidad, hecho que ha provocado que no hubiera peligro de hundimiento. Las autoridades activaron sus remolcadores, el Remo y el Rómulo, y comprobaron que los daños no habían afectado tampoco zonas vitales del barco como la sala de máquinas, los compartimentos de carga o la zona del combustible.
A pesar de la espectacularidad del impacto, no se tuvo que lamentar ningún escape de combustible ni de la carga alimentaria que llevaban los dos buques. Tampoco hubo ninguna persona herida. El suceso fue puesto en conocimiento de Capitanía Marítima y de Salvamento Marítimo, pero no fue necesario la intervención de ningún servicio de emergencia externo en el puerto. Se ha abierto una investigación sobre los hechos para determinar las responsabilidades y, hasta que no acabe, las dos embarcaciones, con bandera de Liberia, no podrán abandonar el puerto de Tarragona. De hecho, durante este tiempo se prevé que se lleven a cabo las reparaciones, que en el caso del Karpaty podrían alargarse bastante tiempo por la gravedad de los daños.

