Hacía cuatro años que para su banco María estaba muerta. Tenía una cuenta corriente con una buena cantidad de dinero (140.000 euros) que no movía, y las ganas de ganar dinero de un grupo de estafadores, los llevó a cometer un error fatal. El error que les ha descubierto y que les puede condenar. Pensaron que la mujer, María, de 80 años, estaba muerta y desplegaron lo que, para ellos, era su modus operandi habitual. Falsear los datos para hacerse pasar, ante los responsables del banco, como herederos de una persona difunta para quedarse con todos sus activos, en efectivo o inversiones, que las personas que morían dejaban a sus herederos universales. Hacía cinco años que dos hombres, los dos españoles, los dos de unos cuarenta años, ambos atados por una relación sentimental, hacían este tipo de estafa, muy bien elaborada, según ha explicado el jefe de la unidad de los Mossos que lo ha descubierto, el subinspector Merino.

El día en que María, el pasado mes de marzo, se presentó en el banco para actualizar la libreta, y después de comprobar con su DNI los datos que tenían de ella, descubrieron que alguien se había llevado todo su dinero después de asegurar que había muerto. Hacía cuatro años que estaba, supuestamente, muerta.

El error de querer dar por muerta a una víctima antes de tiempo

Eso fue lo que hizo iniciar una investigación que ha liderado la Unidad Central de Blanqueo de Capitales y Delitos Económicos de la División de Investigación Criminal (DIC) de los Mossos d'Esquadra y que ha permitido la detención de nueve personas en Rubí, Terrassa, Sabadell y Barcelona en lo que se ha bautizado como el caso Llegat. El caso de María no era el único. Los detenidos, presuntamente, lo habían hecho con otras víctimas que sí que, realmente, habían muerto, y, haciéndose pasar por sus herederos, fueron vaciando cuentas corrientes hasta estafar, según las cuentas iniciales de los Mossos d'Esquadra, a la espera de que puedan salir más víctimas, unos 2.300.000 euros.

Entre los nueve detenidos están los dos líderes, que actuaban de manera coordinada para conseguir información de personas que morían, y, al mismo tiempo, conseguir personas que, con documentación falsa, se hicieran pasar por sus herederos. Uno de los líderes era trabajador de la misma entidad bancaria y se aprovechaba de la información que tenía para encontrar víctimas y saltarse los controles internos del mismo banco. Sabía perfectamente qué se necesitaba y también tenía acceso a las cuentas corrientes de personas que posiblemente ya estaban muertas, como María, una anciana de 80 años de Barcelona.

Subinspector Merino
Subinspector Merino, jefe de Delitos Económicos de los Mossos, durante la rueda de prensa / GRS

La mayoría de las víctimas que escogieron eran mujeres, de edad avanzada y sin herederos conocidos, hecho que facilitaba la segunda parte de la estafa. El otro líder arrestado, presuntamente, se encargaba de encontrar a las personas y las preparaba para representar la figura de heredero de los titulares de las cuentas, cuyo titular había muerto con documentación falsificada. Era un hombre sin oficio ni beneficio que fue el que introdujo en el negocio de la estafa al trabajador de banca. Los dos tienen 40 años, no tienen antecedentes y una de las hipótesis de los Mossos es que fueran pareja sentimental.

Ocho operaciones de testamentos sospechosos

A raíz del caso de María, la entidad y los Mossos empezaron a estirar el hilo y encontraron nuevas operaciones similares. Los especialistas en delitos económicos de los Mossos, una de las unidades que se ha dimensionado en los últimos años, por la lucha contra el crimen organizado en su rama económica, pudieron llegar a detectar ocho operaciones de testamentaría sospechosas con un patrón muy similar. La relación de los detenidos era clara y ya se pudo relacionar a los falsos herederos con los dos principales dirigentes del grupo criminal, según los investigadores. El pasado 29 de noviembre se explotó la investigación del caso Llegat y se hicieron registros y las nueve detenciones, con los dos líderes al frente. Los otros detenidos -falta uno por arrestar- eran los que se hacían pasar por herederos y cobraban los saldos que tenían en las cuentas corrientes las ancianas muertas. Se quedaban, por dar su cara y poner su DNI, entre 3.000 y 4.000 euros, según las investigaciones de los Mossos. Todas las víctimas eran de Barcelona y clientes de la misma entidad.

No solo vaciaban las cuentas corrientes. El año 2022 los dos investigados fundaron una empresa que gestionaba algunas propiedades en Sort, Masella y Llívia adquiridas con dinero procedente de las cuentas corrientes de la entidad bancaria que habían desviado de forma fraudulenta. También disponían, gracias al gran patrimonio que habían conseguido haciéndose pasar por herederos de personas que habían muerto, de un gran patrimonio y coches de alta gama -uno de ellos tiene un valor de 120.000 euros. En las entradas, y bajo la tutela judicial, se han podido recuperar bienes que superan el millón de euros que se podrán destinar al resurgimiento económico de las víctimas. Hay que tener en cuenta que si bien el estafado, hoy por hoy, es la entidad bancaria, el dinero, si no hay herederos conocidos, acaba en las arcas públicas.

Los líderes de la banda, en libertad

Los dos líderes arrestados, de nacionalidad española, fueron entregados al Juzgado de Instrucción en funciones de guardia de detenidos de Barcelona el viernes 1 de diciembre, quedando ambos en libertad con cargos por los delitos de estafa, falsedad documental, blanqueo de capitales y pertenencia a grupo criminal. Los otros detenidos, que son quienes fueron captados para hacerse pasar por herederos, quedaron en libertad después de ser interrogados por los investigadores. La policía no descarta que los investigados hubieran podido cometer este tipo de estafa a otras víctimas y en otras entidades bancarias. La investigación todavía no se ha acabado. La entidad bancaria afectada, aparte de cesar al trabajador, que no era el director ni un responsable con rango, también está haciendo una revisión de más casos por si pueden presentar nuevas denuncias ante los Mossos d'Esquadra.