Los Mossos d'Esquadra mantienen abierta una investigación para aclarar la muerte de un hombre de nacionalidad albanesa que fue abandonado malherido ayer en torno a las siete de la tarde en el hospital de Blanes y que finalmente acabó muriendo, a pesar de los esfuerzos de los sanitarios. La División de Investigación Criminal (DIC) de la región de Girona abrió una investigación para, primero, identificar al hombre muerto y después también localizar a las tres personas que lo habían abandonado, que pudieron escapar con un vehículo negro.
Este tarda, cuando faltaban pocos minutos para las cuatro de la tarde, un hombre se ha entregado a la comisaría de los Mossos d'Esquadra de Lloret de Mar por su supuesta relación con los hechos, según ha podido saber ElCaso.com. Los Mossos d'Esquadra han confirmado que han detenido a un hombre que se ha presentado en la comisaría, pero a estas alturas se desconoce qué papel jugó en los hechos, si fue uno de los tres ocupantes del vehículo que escapó o si fue quien hirió de muerte al hombre albanés que fue abandonado. Sea como sea, agentes de la DIC de Girona se han trasladado hasta la comisaría de Lloret de Mar para escucharlo en declaración, a la espera de que pueda ser aclarar su papel y ser entregado, si hace falta, ante el juzgado de guardia que lleva el caso, que, de momento, lo mantiene bajo secreto de actuaciones.
Un crimen relacionado con el tráfico de marihuana
El hombre que fue abandonado ante la zona de urgencias del hospital de Blanes tenía una herida en la zona posterior de la cabeza, que parece estar hecha con un arma de fuego, según las primeras informaciones. Sin embargo, hará falta que las pruebas forenses, que se practicarán este lunes, acaben aclarando como fue herido. Lo que sí que tienen claro los Mossos d'Esquadra es que este homicidio está relacionado, de nuevo, con el narcotráfico de marihuana, un negocio rentable y muy peligroso, que ha convertido Catalunya, en el máximo productor de esta droga, que se exporta por toda Europa y genera millones de beneficios. Las investigaciones policiales para desmontar organizaciones albanesas no se detienen, pero no impide que, como las mismas plantas, rebroten por todo el país.