Cuatro años después de su desaparición misteriosa en Manzanares, Ciudad Real, los restos mortales de Jesús María González Borrajo han sido localizados en el interior de un pozo en esta misma localidad. La Guardia Civil las encontró este martes por la tarde después de una semana de complicada búsqueda y las pruebas de ADN practicadas han confirmado que se trata de los huesos del empresario, tal como ha dado a conocer la subdelegada del Gobierno en Ciudad Real, a María de los Ángeles Herreros, en un acto con diferentes medios de comunicación.
El pasado 31 de mayo, la Guardia Civil reanudó la búsqueda de los restos mortales del empresario desaparecido en el interior de un pozo en una finca de Manzanares, el municipio donde había sido visto por última vez. Las tareas para poder recuperar los huesos han sido muy complicadas, ya que no se trata de un pozo común y solo tiene unos 40 centímetros de diámetro. Por eso, ha hecho falta la intervención de una empresa externa para hacer un mecanismo que facilitara la tarea y se pudieran extraer a la superficie los restos que estaban en el fondo. De hecho, todavía no se han podido recuperar completamente y la familia de la víctima espera que lo puedan conseguir para poder enterrarlo.
Detenido el presunto autor del crimen
Jesús María González Borrajo desapareció en junio de 2019, cuando fue desde Vitoria hasta Manzanares para cerrar la venta de dos vehículos de lujo. Al día siguiente tenía que coger un vuelo hacia Paraguay, pero el empresario de 57 años nunca subió al avión. Desde entonces, nadie había tenido ninguna noticia suya. Los investigadores sospechaban que su desaparición estaba vinculada a la de Juan Miguel Isla, otro hombre que también desapareció en Manzanares en julio de 2022 cuando iba a vender una finca. En las dos transacciones, el intermediario era la misma persona: Antonio Caba.
Una vez se encontró el coche de Juan Miguel Isla abandonado a Albacete meses después, las pistas condujeron hasta una finca de Manzanares propiedad de Antonio Caba, donde se encontró el cadáver del hombre en el fondo de un pozo. El presunto asesino fue detenido, así como un supuesto cómplice que lo ayudó a deshacerse del cuerpo. Finalmente, también se han acabado encontrando los restos de Jesús María González Borrajo, poniendo el punto final a las dos desapariciones misteriosas.