El caso del secuestro de la pequeña Gina, la niña de cinco años a quien su padre no devolvió a su madre, Laia, después de un periodo de custodia en Cataluña, se ha cerrado esta semana en el sur de Italia. Los Mossos lo han confirmado, con estrecha colaboración con la policía italiana y una empresa de investigadores privados. La menor ha sido localizada sana y salva y el padre, Fagunto De Santis, ha sido detenido después de casi diez días de fuga por varios países europeos, según ha podido saber ElCaso.com.

La desaparición se denunció en El Prat de Llobregat, cuando el hombre incumplió la orden judicial y no devolvió a la niña a su madre. Ante la gravedad del caso, se activó un dispositivo policial y la desaparición de la menor comenzó a circular por canales oficiales y medios de comunicación, mientras la familia denunciaba públicamente los hechos, preocupada por el estado de salud de la pequeña.

Cobertura familiar

Con el paso de las horas, los investigadores confirmaron que De Santis, de nacionalidad argentina, había abandonado el Estado español y había puesto rumbo al sur de Italia. El hombre confiaba en pasar desapercibido, pero su presencia acabó levantando sospechas. Agentes de la policía italiana de Vitulazio iniciaron tareas de control y verificación de identidades tras detectar movimientos que no cuadraban en una empresa de la zona.

Finalmente, De Santis fue identificado y arrestado. Pero la detención no resolvía aún la principal incógnita del caso: dónde estaba la niña. Con el padre bajo custodia, la investigación se aceleró y permitió destapar la existencia de un entorno que le había dado cobertura durante la huida.

Gina estaba escondida en Teano, en un inmueble vinculado a personas cercanas a su padre. Según las primeras informaciones, la menor estaba bajo la vigilancia de adultos de confianza de De Santis, lo que apunta a una estrategia previa para mantenerla alejada de su madre y evitar el regreso a Cataluña.

La niña fue encontrada en buen estado y fue trasladada inmediatamente a un centro de protección de menores, donde ha quedado bajo supervisión institucional mientras se tramitan las decisiones judiciales y diplomáticas para hacer efectivo su retorno con la madre, que ya está de camino a Italia. 

En cuanto al padre, continúa detenido y a disposición judicial. Además del delito de sustracción de menores, la policía investiga si terceras personas de la provincia de Caserta colaboraron en la ocultación de la niña o en la logística de la huida de la pequeña Gina. La familia podrá pasar la Navidad más aliviada al saber que la niña está bien y que podrán recuperarla. Se investiga ahora qué intenciones tenía el hombre.