Los Mossos d'Esquadra han detenido a un joven de 27 años que transportaba 48 kilos de hachís escondidos a su coche, después de pillarlo en un control policial en Pont de Molins, en el Alt Empordà. El traficante, al ver a la patrulla, paró bruscamente el vehículo, bajó de este y se escondió detrás de una pila de madera que había al lado de la carretera. Todo eso, con los agentes observándolo desde solo un par de metros. Después de acercarse a él, registraron el turismo y encontraron la droga valorada en 102.800 euros, y le arrestaron.

Pillado al instante

El joven transportaba la droga en el maletero del coche, escondida en una maleta. Cuando vio a los agentes del Área Regional de Recursos Operativos (ARRO) que estaban realizando controles aleatorios de vehículos, entró en pánico y dio un frenazo, a muy pocos metros de la policía. Estos se fijaron en su comportamiento sospechoso, y vieron cómo el detenido salía corriendo del coche y se escondía detrás de una montaña de madera que había en el arcén de la carretera.

Los Mossos se acercaron a él para interrogarlo. Después de pedirle la documentación, registraron el turismo. Dentro, encontraron la maleta que, al abrirla, reveló 43 paquetes de hachís con un peso de 43 kilos. Además, también encontraron dos bolsas cargadas a cada una con 5 kilos de la misma droga. La Oficina Central Nacional de Estupefacientes del Ministerio del Interior ha estimado que el valor de la mercancía decomisada asciende a casi 103.000 euros.

Detenido por atentar contra la salud pública

El joven fue trasladado a comisaría, donde le interrogaron. Más tarde pasó a disposición del juzgado en funciones de guardia de Figueres y, a pesar de no tener antecedentes, ha ingresado en la prisión, acusado de un delito contra la salud pública por tráfico de drogas.

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Los agentes del ARRO han decomisado 48 kilos de hachís | Mossos d'Esquadra.