La Guardia Civil ha detenido a una pareja en el municipio madrileño de Colmenar Viejo acusada de maltratar a sus ocho hijos menores de edad. Desde la Benemérita iniciaron una investigación después de recibir una denuncia por un presunto maltrato a un menor; al indagar en el entorno familiar, se dieron cuenta de que había otros siete niños que vivían en condiciones de insalubridad y que tenían indicios de ser víctimas de violencia doméstica. Padre y madre han sido detenidos por igual, aunque se investiga si la mujer es también víctima de violencia de género.
Los ocho niños malvivían en una habitación llena de basura
Durante las pesquisas se recavaron una serie de pruebas que motivaron la entrada y registro del domicilio familiar. Los agentes encontraron que el piso estaba en unas condiciones de insalubridad extrema, a excepción del despacho del padre, quien ejerce como médico en un hospital de Madrid. Justamente su profesión permitía al hombre justificar las constantes ausencias de los niños en la escuela, hecho que también hizo saltar las alarmas entre los docentes.
Según el comunicado de la Guardia Civil, los ocho hermanos estaban confinados en una única habitación con montañas de basura, y tenían prohibida la entrada al salón; de los dos lavabos de los cuales dispone la vivienda, los diez miembros de la familia compartían solo uno, que carecía por completo de higiene. Además, el padre maltrataba a menudo a los hijos con castigos físicos o dejándolos durante horas a la intemperie en el patio interior del inmueble.
Violencia doméstica y hurto continuado
Al registrar a fondo la vivienda, los agentes del instituto armado encontraron grandes cantidades de material sanitario y uniformes de hospital, para los que el detenido no tenía una explicación de cómo los había obtenido y con qué finalidad, por lo que también se le está investigando por un delito de hurto. Por otra parte, también encontraron indicios de maltrato a su pareja, quien también ha sido arrestada por un delito de abandono de menores.
A estas alturas la investigación continúa abierta. Los ocho hermanos han sido ingresados en un centro de acogida de Madrid, y los padres han perdido la patria potestad de los niños y se les ha impuesto una orden de alejamiento con respecto a todos ellos.