Las relaciones personales en el ámbito laboral pueden ser sumamente complicadas y, en algunos casos, extremadamente costosas. Un caso que ha sacudido a una de las multinacionales más importantes del mundo es el protagonizado por Steve Easterbrook, exdirector ejecutivo de McDonald's.
McDonald's es una de las empresas más importantes del planeta y la gran líder destacada en un sector tan competitivo como es el de la comida rápida. Tiene una cantidad enorme de franquicias en muchos países y cada año aumentan su presencia con nuevos restaurantes.
Como en todas las empresas, en McDonald's hay un código de conducta que deben de cumplir todos sus empleados. Teóricamente, lo deben de cumplir los directivos y los que trabajan preparando algunos de los famosos platos de esta empresa multimillonaria.
¿Qué ha pasado con Steve Easterbrook?
En el año 2015 Steve Easterbrook se convirtió en el director ejecutivo de McDonald's después de comandar las acciones de la marca en el Reino Unido y en el norte de Europa. Logró trabajar de una forma muy eficiente y la entidad presentó grandes ingresos con él al mando.
Pese a que en el ámbito económico demostró ser un trabajador ideal, tuvo problemas al romper el código de conducta de la empresa. Ya que tuvo una relación personal con una empleada de McDonald's, algo totalmente prohibido por la compañía.
En 2019 decidieron despedir a Steve Easterbrook de McDonald's, aunque recibió una cantidad enorme de dinero por sus años de trabajo en la empresa. Nada más y nada menos que 42 millones de euros como indemnización.
La demanda de McDonald's
En 2020 la empresa demandó a Easterbrook por haber mentido en sus declaraciones. Desde la empresa sabían que no había tenido relaciones sentimentales con una persona, había más implicadas. Según la investigación el inglés tuvo relaciones sexuales hasta con tres empleadas.
Además, estas tres empleadas tuvieron un trato preferente por parte de Easterbrook a nivel empresarial. El exdirector ejecutivo le dio a una de estas mujeres opciones sobre unas acciones por valor de cientos de miles de dólares.
No fue lo único que descubrieron desde McDonald's. El ejecutivo utilizaba su cuenta de correo electrónico empresarial para enviar y recibir fotos y vídeos sexuales. Los archivos eran enviados a estas trabajadoras de la empresa.
McDonald's logró que el despido fuese considerado "por causa justificada", así que recuperó la indemnización de 42 millones que le habían entregado a Steve Easterbrook. En total el despedido deberá devolver a la empresa una cantidad cercana a los 93 millones de euros.