Agentes de la Guardia Civil han detenido en Figueres (Girona) a dos hombres acusados de haber intentado asesinar a un empresario de Valencia el pasado mes de diciembre. De la misma manera, otro hombre y una mujer han sido también arrestados en la localidad valenciana de Sollana. Los cuatro, de nacionalidad colombiana, formaban un grupo de sicarios que había recibido el encargo de poner fin a la vida de este hombre, un trabajo que aceptaron por el módico precio de 30.000 euros. La mitad de esta suma ya la cobraron por adelantado, pero, como que no pudieron completar el asesinato, el resto quedó pendiente de pago.
La investigación policial se inició después de que en diciembre un hombre denunciara haber sido víctima de un intento de asesinato. Según sus declaraciones, dos hombres montados en una moto se acercaron a él mientras aparcaba ante su negocio, y abrieron fuego. La víctima pudo escapar, y acudió a la comisaría de la Guardia Civil de Puçol.
Tenían pendiente completar el encargo
Durante los meses posteriores a la denuncia, los agentes de la Benemérita pudieron averiguar que el atentado contra la vida de este empresario lo habían planeado y llevado a cabo entre cuatro personas. Los sicarios habían seguido todos los movimientos de la víctima durante los tres meses anteriores al ataque y, cuando se habían asegurado de todos sus horarios y costumbres, decidieron asesinarlo. No lo consiguieron, sin embargo, y durante todo el verano han estado esperando el momento oportuno para finalizar el trabajo y poder cobrar el resto del dinero.
Las pesquisas de los investigadores concluyeron con cinco entradas y registros en domicilios de Figueres y Sollana. En el interior de las viviendas encontraron dos pistolas, un plano del municipio de Puçol, la moto con la que cometieron el primer intento de asesinato, así como un coche que los otros dos miembros habían utilizado para dar cobertura a los tiradores.
Después de detener a los cuatro sicarios, el juez de guardia de Massamagrell ha decretado prisión preventiva para los tres hombres, acusados de los delitos de asesinato en grado de tentativa, pertenencia a grupo criminal y tenencia ilícita de armas, mientras que la mujer ha quedado en libertad provisional con cargos por los delitos de pertenencia a grupo criminal y tenencia de armas.