El juzgado número 6 de Tarragona ha enviado a la prisión de manera provisional, comunicada y sin fianza al detenido por el tiroteo mortal que este miércoles 3 de mayo ha puesto fin a la vida de dos jóvenes en Salou (Tarragonès). El condenado, de 24 años, fue detenido por una patrulla de Seguridad Ciudadana (USC) de Tarragona mientras huía por la AP-7, en el Mèdol. La policía catalana está buscando, al menos, a tres hombres más que están implicados en este doble crimen cometido en la plaza de les Palmeres, en el Cabo Salou, y que los investigadores relacionan, a estas alturas, con un conflicto por drogas.

Durante el mediodía de este sábado, mientras ha durado el juicio, un helicóptero de la Unidad de Medios Aéreos de los Mossos d'Esquadra ha sobrevolado los juzgados, y efectivos del ARRO, con numerosos agentes con armas largas y chalecos antibalas, han blindado el edificio para evitar posibles represalias contra el acusado, que forma parte de un grupo muy peligroso instalado en Francia. Las dos víctimas, también francesas de origen Magrebí, parece que pertenecían a una banda rival del mundo del narcotráfico internacional, por la manera en que fueron ejecutadas, disparadas sin miramientos, y abandonadas en medio de la calle.

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Los Mossos d'Esquadra han blindado los juzgados de Tarragona mientras ha declarado al detenido | Jaume Barbat, Twitter.

Tres hombres, en busca y captura por el doble crimen de Salou

Según los testigos del tiroteo, a las diez y media de la noche, un Renault Captur, matriculado en Marsella, se detuvo cerca de la plaza de les Palmeres. Del vehículo bajaron tres personas encapuchadas, que abrieron fuego contra los dos jóvenes, antes de volver al coche donde los esperaba, presuntamente, un cuarto implicado. Los tiradores huyeron dirección norte, abandonando a las víctimas a su suerte. Uno de los chicos murió en el instante, sin que los sanitarios del Sistema de Emergencias Médicas (SEM) que acudieron al aviso pudieran hacer nada para salvarle la vida. El otro herido fue trasladado de urgencia al hospital, donde llegó crítico, muriendo horas más tarde por la gravedad de sus heridas.

Varios efectivos de los Mossos d'Esquadra emprendieron la búsqueda de los presuntos asesinos hasta que, a las once y media, interceptaron el Renault en el área de servicio del Mèdol. Los pistoleros abandonaron el coche, huyendo del lugar a toda prisa, y solo pudieron detener a uno de ellos. En el interior del vehículo, los investigadores encontraron varias armas de fuego, tanto cortas como largas, que creen son los que utilizaron para cometer las ejecuciones, así como una granada de mano.

A estas alturas, los Mossos d'Esquadra mantienen abierta una investigación para poder aclarar los hechos, y siguen peinando la zona con el objetivo de encontrar a las otras dos o tres personas que consiguieron huir después de abandonar el coche a la AP-7. Por otro lado, la causa judicial está abierta por dos delitos de asesinato, un delito de depósito de armas y municiones de guerra, otro de robo y uso de vehículo y otro más de falsedad en documento oficial