Una fuerte pelea desencadenó un tiroteo en un bar de El Vendrell (Tarragona) y el pistolero huyó. Un hombre ha sido detenido este miércoles por los Mossos d'Esquadra por una tentativa de homicidio doloso, tenencia de armas y daños. Los hechos tuvieron lugar, como adelantó ElCaso.com, la noche del 5 de abril en la avenida Sanatori, en el bar Alegría. Cuatro meses han pasado desde el incidente sin heridos a la ciudad. La policía catalana abrió una investigación que permitió identificar al individuo de 58 años como presunto autor, conocido por su amplio historial delictivo, con numerosos antecedentes de carácter violento y que en alguno de ellos ya había hecho uso de armas de fuego.
Con toda esta información, y después de cuatro meses de investigaciones e intentos de localización, al mediodía, de este 9 de agosto, agentes de paisano de los Mossos d'Esquadra lo detuvieron en la calle Cossetània de Calafell (Tarragona). La recopilación de información y la inspección ocular permitió confirmar que el hombre actuó con una decidida voluntad de matar a los responsables del establecimiento, de manera tal que les disparó directamente a solo unos metros de distancia. Finalmente, el arrestado, acusado de tentativa de homicidio doloso, tenencia de armas y daños, pasó a disposición judicial al día siguiente, el jueves pasado, ante el Juzgado de Instrucción en funciones de guardia de El Vendrell.
Así fue el tiroteo en el bar Alegría del Vendrell la noche del 5 de abril
Hacia las diez de la noche, se inició una pelea entre dos personas y los propietarios del bar Alegría de El Vendrell. Las causas de la discusión todavía no se han aclarado. Pese a ello, uno de los implicados se marchó del lugar, diciendo que volvería armado. Y así fue. Al poco rato apareció en el establecimiento con una pistola y abrió fuego, disparando directamente, y a pocos metros, tanto a los titulares del negocio como a los clientes allí reunidos. Pero, afortunadamente, no hirió a nadie. La policía catalana, en aquel momento, confirmó a este medio que el arma era real y localizó dos impactos de bala en el comercio.
El hecho de que no se registraran heridos fue por la alerta que dio al marcharse: aseguró que volvería armado. Los propietarios y los clientes se habían protegido detrás de la barra del bar y con la persiana previamente bajada por seguridad. Estas dos barreras físicas permitieron que, aunque los tiros iban en la dirección donde se escondían todas las personas afectadas, ninguno registró lesiones. Tras ello, el hombre de 58 años y presunto autor de los hechos huyó aquella misma noche de abril, hasta que los Mossos d'Esquadra lo han logrado detener cuatro meses más tarde, en una calle de Calafell, este 9 de agosto.