Los Mossos d'Esquadra han detenido a un menor de edad, jugador del equipo juvenil del Santa Eugènia, por herir gravemente a un futbolista rival durante una reyerta multitudinaria que tuvo lugar en el campo de fútbol de Sils el pasado 25 de febrero durante un partido de la 17.ª jornada de Segunda División juvenil. Los hechos tuvieron lugar en las postrimerías del partido, en el minuto 89, cuando aficionados de los dos clubs saltaron al césped y empezaron a pelearse en medio del terreno de juego, motivo por el cual el árbitro tuvo que suspender el partido. Fue en este momento cuando el menor detenido, fue hacia el banquillo del equipo local y agredió a un jugador rival.

La víctima, un chico de 18 años, resultó gravemente herido. Según detalla el Diari de Girona, tuvo que ser trasladado al hospital con lesiones en el ojo derecho y en el pómulo, teniendo que ser intervenido quirúrgicamente por una parálisis facial. Posteriormente, su familia denunció la agresión a los Mossos d'Esquadra y agentes de la comisaría de Santa Coloma de Farners abrieron una investigación. Después de hablar con testigos y visualizar imágenes de los hechos, pudieron identificar al agresor, un futbolista del equipo rival que el pasado 20 de marzo fue detenido en Salt por un delito de lesiones. Al ser menor de edad, la detención quedó sin efecto y tendrá que presentarse ante la Fiscalía de Menores cuando le pidan.

La violencia al fútbol juvenil no se detiene

El de Sils es el último capítulo de la violencia que en los últimos tiempos se ha instalado al fútbol juvenil de Catalunya. El pasado 16 de marzo, un partido de fútbol juvenil de Segunda División disputado entre el Empuriabrava-Castelló y la Jonquera acabó con el entrenador de este último apaleado brutalmente por parte del delegado, uno de los jugadores del Empuriabrava y un aficionado de este equipo. Semanas antes, el 27 de enero, en el Prat de Llobregat, al acabar el partido entre Club Barcelonista Terlenka y el Sagrat Cor de Sarrià, un grupo de entre unas ocho y diez personas, entre las cuales había tanto aficionados como jugadores del equipo local, agredieron brutalmente al portero del equipo rival, un chico de 16 años, por celebrar el gol de la victoria de su equipo en el último minuto.