Agentes de los Mossos d'Esquadra investigan la brutal agresión en grupo a un chico de 16 años al acabar un partido de fútbol juvenil en el Prat de Llobregat. Los hechos tuvieron lugar el pasado 27 de enero en un enfrentamiento entre el Club Barcelonista Terlenka, de este municipio del Baix Llobregat, y el Sagrat Cor de Sarrià, de Barcelona, que actuaba como visitante. Al final del partido, un grupo de entre unas ocho y diez personas, entre las cuales había tanto aficionados como jugadores del equipo local, atacaron al portero del equipo rival con patadas en la cabeza y por todo el cuerpo, provocando que acabara con múltiples hematomas y un dedo roto.
Todo habría empezado, según ha explicado la madre del menor a La Vanguardia, en los últimos minutos del partido. El Sagrat Cor, donde el chico juega de portero, marcó el gol de la victoria y él lo celebró cerrando el puño y mirando a sus compañeros. La celebración, sin embargo, no gustó a los aficionados locales, que empezaron a increparle y amenazarle. Al acabar el partido, mientras el menor saludaba a sus rivales, una persona lo golpeó por la espalda a la altura de las rodillas y le hizo caer al suelo. Entonces, algunos de los aficionados saltaron al césped, junto con alguno de los jugadores locales, empezaron a clavarle golpes en el cuerpo y en la cabeza, llegando a hacerle perder la visión momentáneamente.
El árbitro hizo constar en el acta que lo había agredido un jugador rival
El árbitro del partido hizo constar la agresión en el acta, en la cual identifica a un jugador rival como responsable de los hechos. Después de la agresión, los padres del menor presentaron una denuncia a los Mossos d'Esquadra, entregando el informe de lesiones que certifica la rotura de un dedo y varios hematomas. Agentes de la policía catalana, de manera conjunta entre las comisarías de los Mossos de Sarrià y del Prat, investigan los hechos y tratan de identificar a los presuntos autores, entre ocho y diez, la mayoría menores de edad. Por su parte, la Federación Catalana de Fútbol abrió un expediente que derivó en una sanción al Terlenka de tres partidos a puerta cerrada y de ocho partidos de suspensión al jugador de este equipo identificado por el árbitro.