Luis Lorenzo, conocido por su papel a La que se avecina y en El Comisario, acaba de ser detenido por la Guardia Civil por, presuntamente, haber asesinado a una tía suya que había acogido en casa. Él, y según la tesis de los investigadores de la Guardia Civil, y su pareja, envenenaron a la mujer, una tal Isabel, hasta que murió, según ha adelantado Nacho Abad a El Confidencial.
Los hechos son de junio de 2021, pero hasta ahora la Guardia Civil no ha podido aportar ante el juez bastantes indicios para poder acceder a casa del actor y su pareja, en Madrid, para demostrar que mientras la mujer estaba allí la envenenaron hasta que acabó muriendo. Se ha accedido a casa del actor y su pareja para buscar el veneno que utilizaron por, presuntamente, matar a la tía Isabel.
Un crimen complicado de averiguar
El crimen habría podido pasar desapercibido, pero un hermano de la mujer puso en alerta a la Guardia Civil. La mujer había muerto por causas naturales. Así lo aseguraba también el certificado del médico que confirmó la muerte de la mujer, el verano pasado. Tenía demencia, aseguraban los sobrinos, y había muerto en la cama. El médico no vio nada extraño, firmó el certificado de defunción y todo siguió su curso natural. Pero el hermano no lo vio claro. La mujer no estaba enferma, y cuando no estaba con la pareja, cuando volvía a Asturias, se encontraba bien.
El hermano también detectó que la mujer había hecho recientemente testamento y que dejó una casa y tierras en Asturias a la mujer de Luis Lorenzo, la sobrina de la tía Isabel. Y también se detectaron más movimientos extraños. Aunque el actor no tenía ningún proyecto en marcha ni ningún trabajo conocido, llevaba un ritmo de vida muy por encima de sus capacidades.
Las insistencias del hermano José hicieron activar un equipo de homicidios de la Guardia Civil, que consiguieron que se autorizara judicialmente una autopsia a la mujer. Y no iba errado. Como también adelanta El Confidencial, los forenses encontraron en el cuerpo de la mujer restos de dos metales pesados en dosis muy elevadas y que habían sido los causantes de la muerte de la mujer. Los investigadores lo vieron claro: la muerte de la pobre Isabel ya no era una muerte natural. Había intenciones homicidas o incluso asesinas.
Pendientes de la decisión del juez
Ayer jueves, a primera hora de la mañana, la Guardia Civil accedió a la casa del actor y de Arancha, su pareja, para registrarla e intentar conseguir algún indicio que ayude al juez a creer la versión de la policía. Los dos han pasado la noche en la comisaría y esta mañana está previsto que el juez de guardia de Arganda del Rey los interrogue y decida si tienen que ingresar en la prisión a la espera del juicio o no. Aunque no tienen riesgo de escapar ni de reiterar los hechos, ya que la mujer ya está muerta, sí que, fuera de la prisión, podrían eliminar pruebas. El juez tendrá que decidir, según las peticiones de sus abogados y también de la Fiscalía y la acusación particular.