Un viaje de casi 2.000 kilómetros se interrumpió poco antes de llegar al destino. La Guardia Civil detuvo el pasado viernes en L'Ampolla (Tarragona) el conductor de un coche que transportaba a dos menores indocumentados desde, como se descubrió más adelante, Almería hacia Barcelona. Los niños eran dos hermanos que habían iniciado su periplo en Argelia, desde donde llegaron a territorio español en patera y continuaron por carretera con el objetivo de llegar hasta la capital catalana, donde los esperaba su padre para llevarlos con él a Francia, donde reside y trabaja.
El plan de esta familia no se pudo materializar, sin embargo, ya que los pararon en un control rutinario en la N-340, cuando faltaban pocos kilómetros para llegar a Barcelona. El conductor, de nacionalidad marroquí y con tarjeta de residencia en el Estado español, intentó evitar que los policías descubrieran que los menores eran inmigrantes ilegales y dio varias versiones que los niños no pudieron corroborar en ningún momento, ya que no hablaban ni entendían ni el catalán ni el castellano. Con todo, quedó detenido acusado de un delito de favorecimiento de la inmigración ilegal.
Entregados en un centro de acogida
Los tres fueron trasladados a las dependencias de la Comandancia de la Guardia Civil de Tarragona. Un traductor ayudó a interrogar a los menores, que explicaron el motivo de su viaje, de dónde venían y que esperaban llegar hasta Francia, ya con su padre.
Los hechos fueron comunicados a la Fiscalía de Menores, que ha abierto diligencias, mientras los hermanos fueron entregados a un centro de acogida dependiente de la Generalitat de Catalunya. El conductor detenido prestó declaración en comisaría y pasó ante el Juzgado de Instrucción en funciones de guardia de Tarragona.