Los Mossos d'Esquadra han desmantelado un cultivo interior de marihuana con unas 5.500 plantas en una masía rural de Llers, en el Alt Empordà. La plantación estaba equipada con tecnología LED, de forma que les permitía ahorrar gran cantidad de energía y, a la vez, ocultar el consumo excesivo de luz que los acabara delatando a los cuerpos policiales. En el operativo, se intervinieron droga valorada en 778.155 euros y se detuvieron tres hombres, de 41, 49 y 50 años, a los que se investiga por un delito contra la salud pública y otro de defraudación de fluido eléctrico, ya que se detectó con la compañía eléctrica que la luz estaba conectada de forma fraudulenta.

La investigación por parte de los Mossos se inició a principios de febrero, cuando en la comisaría de Figueres se tuvo conocimiento de una posible plantación de marihuana de grandes dimensiones en una finca rural situada en la antigua carretera de Pont de Molins en Boadella, en Llers. En el terreno había dos construcciones, una masía con uso de vivienda y otro edificio agrícola, que, antiguamente, se había utilizado para el ganado. El 7 de enero, la policía catalana decidió entrar en la finca y detuvo a dos hombres que había en su interior como responsables del cultivo. Además, también se detuvo otro hombre en Figueres que había alquilado el inmueble a los traficantes para que montaran la plantación.

Utilizaban luces LED para ahorrar en energía y que no detectaran el elevado consumo

Al día siguiente, 8 de febrero, se hizo una entrada y registro de la masía con efectivos de la Unidad de Investigación y del Área Regional de Recursos Operativos de Girona. Se encontraron las 5.500 plantas de marihuana y los aparatos de cultivo necesarios para su crecimiento y floración como transformadores, focos, fertilizantes, filtros de carbón, extractores y ventiladores. La gran peculiaridad de este cultivo es que todas las estancias estaban iluminadas con LED, una cosa nada habitual en las plantaciones de marihuana. De esta forma, ahorraban entre un 40 y un 50% de energía, rentabilizaban la plantación y, además, reducían el consumo y dificultaban que los Mossos los pudieran detectar.