Un hombre de 44 años fue detenido por los Mossos d'Esquadra, acusado de un delito contra la propiedad industrial y de otro contra los derechos de los trabajadores. El arresto se llevó a cabo el pasado sábado, después de que una patrulla de la policía catalana entrara en un local del barrio Muralla de Reus (Baix Camp), donde el arrestado les hizo pasar pensándose que se trataba de nuevos clientes.

 

Una patrulla de agentes de paisano observó el sábado por la tarde a un grupo de personas delante de un portal del citado barrio. Eso les llamó la atención, y decidieron acercarse para iniciar una conversación con ellos. En un momento determinado, una persona abrió la puerta e invitó a pasar a todo el mundo, Mossos incluidos. Una vez dentro, este hombre los empezó a ofrecer ropa, complementos y zapatos deportivos, todo falsificaciones de diferentes marcas, a un precio muy inferior al de los originales. La patrulla había accedido a una tienda ilegal.

Tres pisos llenos de falsificaciones

Los Mossos pidieron apoyo a otras dotaciones. Mientras llegaban, sin embargo, aprovecharon para echar un vistazo al local, que contaba con unos bajos y dos plantas más, todo lleno de estanterías donde guardaban los productos falsificados. Más personas fueron llegando, todas para adquirir prendas de ropa o zapatos, algunas al por menor y otras al por mayor. La patrulla también observó que había, al menos, dos menores de edad que estaban trabajando en la tienda sin ningún tipo de contrato.

Al llegar los refuerzos, los Mossos detuvieron al hombre que les había dejado pasar y que identificaron como el responsable del local. La tienda quedó precintada hasta este lunes, cuando los agentes de la Unidad de Investigación hicieron una entrada y registro, previa autorización judicial, con el apoyo de la Guardia Urbana de la ciudad. El hombre arrestado contaba ya con varios antecedentes policiales por delitos contra la propiedad industrial y quedó a disposición del juzgado de instrucción en funciones de guardia de Reus.