El 31 de marzo del 2023, Sofía Draper, de nueve años, murió ahogada en una piscina privada de Platja d'Aro, en el Baix Empordà (Girona), ante la mirada impotente de su abuelo. La investigación llevada a cabo por los Mossos d'Esquadra reveló que había sido la potencia de succión de uno de los filtros de drenaje, el del fondo de la piscina, la absorbió y la atrapó con tanta fuerza que a la niña le resultó imposible liberarse. En aquel momento, nadie pudo dar ninguna explicación en los Juzgados sobre lo que pasó, hasta que la jueza de Sant Feliu de Guíxols que investiga el caso citó como imputados al propietario de la empresa que construyó la piscina y el técnico responsable de su mantenimiento. Ambos declararon el pasado 10 de marzo, en una vista en la que se averiguó que dos de las tres rendijas de drenaje no estaban en funcionamiento. Pero, ¿por qué?
Una posible negligencia puso fin a la vida de Sofía Draper
Aunque los dos imputados han negado cualquier negligencia al respecto, el técnico sí que acabó confesando que no tenía conocimiento de la normativa vigente sobre el uso de las piscinas domésticas, aplicable desde el 2017, y que determina que la velocidad de succión de la tubería de drenaje no puede superar los 0,5 metros por segundo; en la piscina donde murió Sofía, la potencia era, aproximadamente, de 1,5 metros por segundo. En su defensa, el técnico manifestó que, según su opinión, esta normativa es más bien una recomendación que una directriz clara, según ha adelantado El Periódico.
Estas declaraciones se suman al testimonio de la vecina que ayudó al abuelo de Sofía a sacarla del agua y llamó a los servicios de emergencias alertando de la situación. Esta mujer afirmó que oyó como el técnico imputado decía que, para que el agua se calentara de manera más rápida, se tenían que cerrar los dos sistemas de drenajes laterales, dejando en funcionamiento solo el del fondo de la piscina, según lo recoge el citado diario.
La Sofía pesaba 30 kilos y los forenses le encontraron un hematoma muy marcado en la zona del pecho, de forma circular y de entre 25 y 30 centímetros de diámetro, que coincide con las medidas de la rejilla de drenaje contra la que quedó presionada cuando la fuerza de la succión la atrapó.