Este miércoles hace 25 años que desapareció Cristina Bergua, una menor de 16 años de Cornellà de Llobregat (Barcelona). Se trata de un caso sin resolver. El principal sospechoso de la desaparición es Javier, que era su pareja en el momento de los hechos y que tuvo una actitud muy extraña durante la investigación. Hay muchos datos que no cuadran y que podrían hacer pensar que se trata de un crimen machista, unos hechos que, a pesar de los indicios, no se han podido demostrar.

Los hechos pasaron el 9 de marzo de 1997 en Cornellà de Llobregat. Cristina Bergua, que en el momento de los hechos tenía 16 años, explicó a sus amigos que quería cortar con su pareja, Javier Román, un hombre 10 años más grande que ella que la trataba muy mal. Así pues, el día de los hechos, fue a su casa para dejarlo y fue entonces cuando se le perdió el rastro.

Este miércoles se cumplen 25 años de la desaparición de Cristina Bergua, una menor de 16 años que fue vista por última vez en Cornellà (Barcelona): Javier Román se ha convertido en el eterno sospechoso de este posible crimen machista / Archivo

Javier Román, el eterno sospechoso de la desaparición de Cristina

Cristina era una chica muy responsable y, cuando sus padres vieron que no volvía, se empezaron a preocupar. Al saber que Javier Román era la última persona que la había visto, fueron a su casa a preguntarle si sabía algo. Aquí empezaron las sospechas, ya que Javier tenía una actitud muy fría y despreocupada que no correspondía con la gravedad de los hechos.

La extraña actitud del principal sospechoso del caso

Cuando los agentes lo interrogaron explicó que aquella tarde había visto a Cristina, pero que no tenía nada que ver con su desaparición. De hecho, salió en un programa de televisión acusando al padre de la menor de su presunta implicación, posiblemente, una estrategia para desviar la atención, ya que todas las sospechas iban hacia él.

Celoso, posesivo y obsesionado con las niñas menores de edad

Javier Román también dijo que pensaba que Cristina se había fugado voluntariamente, una hipótesis que no cuadraba a los investigadores, que siempre sospecharon que había sido víctima de un crimen machista. En todo eso se le tiene que sumar el carácter controlador, celoso y posesivo y la obsesión de este hombre hacia niñas menores de edad.

"Tú eres mía y haces lo que yo te mande"

"Tú eres mía y haces lo que yo te mande, yo me puedo ir y hacer lo que quiera sin avisarte, pero tú tienes que ir con cuidado, si no te meto una que te cagas," le decía Javier a Cristina. Además, según el entorno próximo de la desaparecida, la menor había aparecido con morados en la cara y sospechaban que era su pareja quien la agredía

Otra niña de 14 años lo dejó por machista y controlador

Antes de Cristina, este hombre estuvo "saliendo" con una niña de 14 años y cuando esta empezó a ver su carácter machista y controlador, lo dejó y, a partir de aquí, él empezó a decirle que le haría la vida imposible. A todo eso se le tienen que sumar otras declaraciones que hizo a un amigo, quien le aseguraba que era capaz de matar.

Javier Román estuvo en la prisión por traficar cocaína

Según los investigadores, Javier Román es una persona agresiva y muy violenta, pero a pesar de los indicios, nunca pudieron demostrar su presunta implicación en la desaparición de Cristina. Así y todo, meses posteriores a este caso, Javier entró en la prisión por intentar traficar más de 3.500 gramos de cocaína.

Javier Román está en libertad y vive en Cornellà de Llobregat

Cuando cumplió la condena, volvió a vivir en Cornellà de Llobregat, en la misma casa donde desapareció Cristina. Actualmente, Javier Román tiene 51 años, está lleno de tatuajes y tiene el pelo largo, ya que después de su estancia en la cárcel, cambió radicalmente su aspecto. A pesar de la falta de pruebas para demostrar su autoría, es el eterno sospechoso de este caso, que todo apunta a un crimen machista.