Julia Faustyna pierde su canal de comunicación, Instagram, para difundir sus teorías sobre si era Madeleine McCann. La chica polaca de 21 años residente en Alemania aseguraba que era la niña desaparecida en 2007 en Portugal, durante unas vacaciones con la familia. Kate y Gerry accedieron, después de la notoriedad que cogió la joven en redes sociales, para que pudiera realizársele las pruebas de ADN. Los expertos y la propia Scotland Yard (denominación popular de la Policía Metropolitana de Londres) desaconsejaron los análisis porque había muchas cosas que no cuadraban, como la edad o las similitudes físicas.
La familia: "Quiere ser famosa"
Pero después de conseguir, según los medios británicos, que los progenitores de Madeleine McCann aceptaran que se hiciera la prueba de ADN, salieron los padres de Julia Faustyna a desmontar su historia tejida en las redes. La familia se pronunció a través de un comunicado en la página de Facebook de Zaginieni, una ONG de Polonia dedicada a personas desaparecidas, para desmentir todo lo que la joven estaba diciendo y aseguraron: "Es nuestra hija, nieta, hermana, sobrina, prima e hijastra".
También explicaron que tienen recuerdos y fotografías que así lo testifican y que la misma Julia Faustyna las tiene porque se las llevó cuándo se marchó de casa al cumplir la mayoría de edad, junto con su certificado de nacimiento y numerosas altas de hospitales. Es decir, según este relato, solo "quería ser famosa". Pero ahora ni tan solo eso, porque Instagram ha decidido suspender la cuenta que abrió y a través de la cual aportaba las supuestas pruebas que daban apoyo a su teoría.
Adiós a su cuenta de Instagram
La joven que decía ser Madeleine McCann consiguió más de un millón de seguidores en Instagram antes de que la red social la suspendiera. Esto se ha producido después que el grupo de críticos iniciaran una campaña para denunciar a Julia Faustyna por fraude y por dar información falsa, y la plataforma les ha dado la razón.