La lucha para intentar acabar con las plantaciones de marihuana en Catalunya continúa. Este pasado 2 de mayo, los Mossos d'Esquadra detuvieron otra, esta vez en la localidad de Teià, en el Maresme (Barcelona), que contenía más de 400 plantas. La policía catalana tuvo conocimiento de su existencia gracias al hecho que de la vivienda donde se encontraba, situada en la calle Torrent de Can Lladó, salía un ruido de motores funcionando las 24 horas del día aunque tenía todas las persianas bajadas y parecía estar totalmente cerrada. Además, al pasar por delante también se notaba que desprendía un fuerte olor de marihuana.
Agentes de la Unidad de Investigación de los Mossos de Premià de Mar se hicieron cargo del caso y, al hacer las primeras comprobaciones, pudieron confirmar el olor y el ruido que salía y que las luces estaban encendidas en todo momento. De hecho, pudieron comprobar que tenían una conexión fraudulenta a la luz y que hacían un consumo de electricidad muy elevado, hasta el punto que suponía un riesgo eléctrico elevado con posibles consecuencias como incendios y daños en la línea eléctrica, cosa que podría acabar afectado otras personas o bienes.
Una plantación gestionada por cuatro personas
Los agentes pudieron confirmar la existencia de la plantación y descubrieron que había cuatro personas relacionadas con el cultivo. Después de varias indagaciones, y una vez recibido la autorización por parte del juzgado de guardia de Mataró, se procedió a hacer una entrada y registro del inmueble. En el interior de la vivienda, una casa a cuatro vientos de tres plantas, se encontraron cinco habitaciones con 42.815 gramos de ovillos de marihuana, 406 plantas, 86 lámparas, 44 ventiladores, cuatro aires acondicionados y nueve filtros de aire.
Las cuatro personas que se encargaban de la gestión de la plantación, tres hombres de 22, 33 y 44 años y una mujer de 51 años, trabajaban de forma coordinada para cultivar y distribuir las partidas de marihuana. Incluso, antes de montar la plantación, se habían organizado para alquilar el domicilio con documentación falsificada y hacer la conexión fraudulenta a la luz, con la que acabaron defraudando 18.396,05 euros. En el momento del registro, sin embargo, solo se encontraron dos de los responsables, que fueron detenidos. Los otros dos acabaron arrestados el mismo día en sus domicilios, uno de ellos en Teià y una mujer en Sant Celoni. Se les acusa de tráfico de drogas, defraudación de fluido eléctrico, falsificación de documento público, oficial o mercantil y pertenencia a grupo criminal. Dos fueron dejados en libertad después de declarar en comisaría, mientras los otros dos han sido puestos a disposición judicial.