Varios vecinos de Figueres se fueron a dormir el pasado jueves sin imaginarse que al día siguiente viernes se despertarían con su coche destrozado y sin algunos de los objetos que tenían en el interior. Lo habían dejado aparcado en un aparcamiento de tierra situado en la calle de Ponent, un espacio muy utilizado por la gente que vive en esta zona del sur de la capital del Alt Empordà (Girona), pensando que, como debería ser normal, se lo encontrarían exactamente igual cuando fueran a buscarlo. Sin embargo, se llevaron la desagradable sorpresa de que un ladrón, aprovechando la oscuridad que hay en la zona cuando cae la noche, había decidido hacer de las suyas.
Alrededor de las cinco de la madrugada de este viernes, cuando ya quedaban pocas horas para que volviera a salir el sol, una persona oyó ruidos y pudo ver cómo un individuo estaba rompiendo los cristales de los coches y removiendo el interior buscando a ver si podía llevarse algo de valor. Rápidamente, el testigo alertó de los hechos a los servicios de emergencias y efectivos de la Guardia Urbana de Figueres se desplazaron inmediatamente hasta el aparcamiento de tierra. En el momento de llegar, se encontraron al individuo justo cuando iba a romper el cristal de un coche, cosa que pudieron evitar.

Ya había destrozado y saqueado tres coches
Los agentes comprobaron que el coche que estaba a punto de destrozar era el cuarto y que anteriormente ya lo había hecho en tres más. Las ventanas estaban completamente rotas, con trozos de cristal tanto por el suelo como dentro de los vehículos, y el interior había sido removido. Así pues, el joven, un marroquí de 19 años que ya contaba con tres identificaciones previas, quedó detenido como presunto autor del robo con fuerza en los tres vehículos estacionados. En este caso, la colaboración ciudadana y la rápida intervención policial, pudieron evitar que aún fueran algunos más.

