El vecino de Palafrugell (Girona) acusado de matar a su hermano a golpes de muleta, el 24 de agosto de 2018, ha declarado este viernes que la víctima le atacó primero en el transcurso de una pelea en la que se agredieron mutuamente.
Declara el acusado de matar a su hermano con una muleta
En la tercera sesión del juicio, el turno ha sido para el acusado, Rafael C.A., de 54 años, que ha sostenido que actuó en defensa propia, sin recordar los detalles de la agresión que admitió cuando confesó el crimen, relata Efe.
El homicida ha afirmado que la noche de los hechos estaba "muy enfadado" con su hermano porque habían desaparecido su cartera y su cartilla bancaria y ha reconocido que, en esas circunstancias, perdió el mundo de vista. También confesó haber consumido drogas y alcohol la noche de los hechos. El acusado explica que mantuvieron una discusión y después una pelea en la que su difunto hermano le atacó primero con la muleta.
El homicida confeso cree que, cuando se fue a dormir, su hermano estaba vivo y asegura que el charco de sangre del suelo lo descubrió a la mañana siguiente, cuando fue a pedir ayuda a los Mossos d'Esquadra.
Culpabiliza a su hermano
El procesado ha centrado su declaración en culpar a su hermano de que se reenganchara a la droga cuando salió de la cárcel y ha explicado que se fue a vivir con él en una casa que era de la hermana de ambos.
Además, Rafael C.A. ha negado que la víctima estuviera muy debilitada físicamente, como sostiene el fiscal y algunos testigos que han declarado que caminaba siempre con muletas, iba muy lento y se caía constantemente.
Más declaraciones
Los forenses que practicaron la autopsia al cadáver han detallado que recibió muchos golpes "repetitivos y juntos", que murió desangrado y que quizás una asistencia médica "inmediata" le hubiera salvado.
También han declarado este viernes psicólogas del Equipo de Asesoramiento Técnico Penal, que han asegurado que el procesado mantiene siempre un relato exculpatorio para no asumir las responsabilidades de sus actos. Han sostenido que tiene un potencial de violencia "muy elevado", con una adicción a las drogas grave y con un patrón "antisocial" de conflictividad con el entorno.
14 años de cárcel
La fiscalía ha mantenido la petición de catorce años y diez meses de prisión por homicidio con los agravantes de abuso de superioridad y parentesco.
La defensa, que sostiene que el procesado no tenía intención de matar, cree que los hechos son constitutivos de un delito de lesiones con resultado de muerte o, en todo caso, de homicidio imprudente con atenuantes de drogadicción, confesión, legítima defensa y arrebato.