Dani Alves se ha acogido a su derecho a no declarar este miércoles ante el juzgado de instrucción número 15 de Barcelona, dónde la magistrada Concepció Cantón lo había citado para anunciarle su procesamiento. Según su abogado, Cristóbal Martell, solo ha expresado su disconformidad con los hechos que se le atribuyen, pero no recurrirá el acto judicial para "agilizar" el proceso.

De esta manera, el proceso contra Alves será firme una vez transcurridos los tres días hábiles que la defensa tiene para recurrir el auto de la magistrada, que mantiene al futbolista en prisión provisional, con una fianza de responsabilidad civil de 150.000 euros, por el presunto delito de agresión sexual con acceso carnal a una chica de 23 años en la discoteca Sutton de Barcelona el pasado diciembre.

 

Contrariado por el relato de los hechos 

El ex del Barça considera que los hechos relatados no se ajustan a la realidad de lo que pasó en el lavabo del reservado de la mencionada discoteca la madrugada del 31 de diciembre. El deportista, en su cuarta versión, admitió las relaciones, pero aseguró que fueron consentidas, y que solo había negado lo ocurrido en un intento para ocultárselo a su mujer, Joana Sanz. Por el contrario, la víctima siempre se ha mostrado firme en su declaración de que Alves la forzó sin su consentimiento. 

El futbolista está ingresado de manera preventiva en la prisión de Brians 2 desde el pasado 20 de enero, de donde su defensa le ha intentado sacar, una petición que ha estado denegada dos veces, sobre todo por el riesgo de huida y también por la gravedad de los hechos que se le imputan. La Audiencia de Barcelona desestimó dejarlo en libertad porque "ninguna otra medida cautelar puede neutralizar con suficientes garantías este riesgo, y su fuga impediría la celebración del juicio, que requiere la presencia del acusado". Un juicio que, según Martell, Alves querría que se celebrara cuanto antes, a pesar de que podría demorarse hasta finales de año o principios del próximo.