El futbolista Dani Alves se juega este viernes la última oportunidad de salir de la prisión, donde está recluido desde el 20 de enero pasado, acusado de agresión sexual a una chica en la discoteca Sutton de Barcelona. La Audiencia de Barcelona ha convocado una nueva vista, solicitada por sus abogados, Cristóbal Martell y Arnau Xumetra, para pedir su libertad provisional al insistir en que no hay riesgo de fuga del exfutbolista del Barça. El nuevo argumento es que sus dos hijos vienen a vivir de Brasil a Barcelona, donde se han empadronado y el hijo mayor cursará el último curso de bachillerato en un centro de Barcelona. Por el contrario, la Fiscalía y la acusación particular, ejercida por la abogada Ester Garcia en nombre de la denunciante, han reiterado que Alves tiene que continuar en la prisión hasta la celebración del juicio, ya que hay indicios que lo incriminan por un delito grave, y el riesgo de huida no ha desaparecido. Es la última oportunidad de Alves puesto que la instrucción está casi finalizada, y solo quedaría el último tramo del proceso penal para ser juzgado, de aquí unos meses, en la Audiencia de Barcelona.
La vista se celebrará el viernes por la mañana en la misma sección 3.ª de la Audiencia de Barcelona (es probable que con los mismos tres magistrados de la primera vista), que el 21 de febrero pasado ya le denegó la libertad provisional. Los argumentos del tribunal eran los mismos que los de las acusaciones: el delito de agresión sexual tiene penas elevadas (puede llegar a 12 años de prisión), los indicios contra Alves son claros, y el jugador brasileño tiene una capacidad económica elevada que le permitiría huir de la justicia. La huida "es impensable", se insiste desde la defensa del jugador y se esgrime un nuevo motivo para mostrar su arraigo: el proyecto familiar de que los hijos vayan a universidades españolas se ha adelantado por este proceso penal.
Familia y sin divorcio
En el escrito de defensa, también se descarta que Alves se haya divorciado de Joana Sanz, como recoge la resolución de la titular del juzgado de instrucción 15 de Barcelona, que instruye la causa por la agresión sexual de la chica de 23 años. La defensa critica que la magistrada haya escrito en la resolución que Joana Sanz "haya pedido el divorcio" sin ser cierto, ni tener documento acreditativo de una posible demanda de divorcio en los juzgados, y que solo consta el divorcio de la primera mujer, en el 2012.
Por eso, la defensa del jugador de fútbol insiste en que el riesgo de fuga de Alves es "inexistente", ya que él se quiere defender, y más con el equipo de defensa que tiene y la recopilación de material probatorio.
Las diferentes versiones
La magistrada Concepción Cantón desestimó, el 10 de mayo pasado, dejar a Dani Alves en libertad provisional hasta el juicio, al sostener que la gravedad de los hechos y su capacidad económica mantenían el riesgo de huida, y más si no tiene ningún arraigo que lo ate al Estado español; argumento que ahora se quiere cambiar con la llegada de los hijos.
En esta resolución, la magistrada era muy crítica con el brasileño, al asegurar que había cambiado sus declaraciones en función de los indicios que lo incriminan, como el haber encontrado restos biológicos suyos en partes íntimas de la chica de 23 años.
En la primera comparecencia en el juzgado, Alves negó las relaciones sexuales, y dio hasta tres versiones diferentes, y dijo que fueron consentidas. En la segunda declaración, con Martell de defensa, admitió la penetración vaginal y que mintió en la primera declaración para esconder la infidelidad ante su esposa. Las posiciones de defensa y acusaciones son antagónicas, y la Audiencia de Barcelona hará d'arbitro.