Los Mossos d'Esquadra han desmantelado una plantación de marihuana en los municipios de Albinyana y el Vendrell (Baix Penedès, Tarragona), donde han confiscado mil quinientas plantas de marihuana. Los cuatro hombres y la mujer detenidos, a quienes acusan de pertenencia a un grupo criminal y de un delito contra la salud pública, también se habían enganchado al contador de su vecino, provocándole daños en la cosecha por valor de 22.000 euros.
La investigación estaba abierta desde finales del año 2021, cuando varios vecinos alertaron a la policía catalana de que una casa desprendía un fuerte olor de marihuana, hecho que levantaba sospechas sobre la actividad que realmente se llevaba a cabo dentro de la casa. El pasado miércoles dieciocho de mayo, los Mossos realizaron las entradas en las viviendas ocupadas por los miembros del grupo criminal, y detuvieron los miembros, cuatro hombres y una mujer, de entre veinticinco y cuarenta y siete años. Los agentes intervinieron aproximadamente ochenta y ocho kilogramos de marihuana en varios estados, así como mil quinientas plantas.
Los criminales se habían enganchado a la luz de su vecino
El vecino de una de las casas donde se cultivaba la marihuana para su posterior venta y distribución denunció que su sistema eléctrico no funcionaba bien, y que eso le impedía regar correctamente sus viñas. El hombre desconocía que sus vecinos se habían conectado de manera ilegal a su contador de electricidad y le habían estado robando la energía durante meses. Con todo, la cosecha del vecino quedó estropeada, y los daños ocasionados llegan a los 22.000 euros. Los miembros del grupo criminal, además de los delitos que los imputan de pertenencia a un grupo criminal y contra la salud pública, suman también el de defraudación de fluido eléctrico.
La investigación empezó el año 2021
El mes de noviembre de 2021, los Mossos de escuadra iniciaron una investigación a raíz de las alertas que varios vecinos del Vendrell (Baix Penedès, Tarragona) habían hecho llegar. Según los testigos, había una casa que desprendía un fuerte olor de marihuana, cosa que no se correspondía con un consumo esporádico por parte de sus habitantes, sino más bien a algún tipo de actividad ilícita. Los Mossos abrieron la investigación y, durante los meses que estuvieron vigilando la casa, pudieron comprobar que, aparte del fuerte olor de cannabis, las puertas siempre estaban cerradas y las ventanas bajadas. Además, se sentía ruido de maquinaria, concretamente de aires acondicionados, proveniente de la casa. Todos estos indicios confirmaron las sospechas de los vecinos y de los Mossos: la casa era una plantación de marihuana. Los agentes detectaron una segunda casa en el municipio de Albinyana, que también era propiedad de las personas de la casa del Vendrell, y donde también se cultivaba marihuana.
Más de ochenta kilogramos de marihuana interceptados, y 1.500 plantas confiscadas
Una vez recogidos todos los indicios que demostraban la actividad ilegal que las cuatro personas estaban llevando a cabo, los Mossos entraron en las dos viviendas el pasado miércoles para realizar las inspecciones e intervenciones correspondientes. En una de las casas, los agentes requisaron cerca de ochocientas plantas de marihuana, a más de veinte kilogramos de ovillos preparados para ser vendidos, y veintitrés kilogramos de ovillos que estaban en proceso de secado. En la segunda casa, requisaron setecientas treinta plantas de marihuana. Además, también encontraron treinta kilogramos de ovillos y quince de cannabis mucho. En total, los Mossos requisaron mil quinientas plantas de marihuana, y ochenta y ocho kilogramos de cannabis en diferentes estados.
Los investigados pasaron a disposición judicial del juzgado de guardia del Vendrell. El juez de guardia decretó la libertad con cargos para todos los detenidos, que han sido liberados durante el día de hoy.