Masacre de ocho miembros de una familia en el estado norteamericano de Utah. La policía los encontró muertos a tiros este miércoles. Entre ellos había cinco niños que vivían con el resto de sus parientes en una casa de la comunidad agrícola de Enoch City, según han informado las autoridades locales. El crimen fue descubierto por los oficiales cuando iban a realizar un control de los servicios sociales en la vivienda, localizada en esta ciudad donde residen unas 8.000 personas, al suroeste de Salt Lake City. No obstante, decidieron no dar a conocer en el momento más detalles sobre los decesos o las circunstancias que podrían haber rodeado los hechos por si había alguna persona implicada huida.

Cinco estudiantes muertos en un acto de "violencia sin sentido"

"En estos momentos no creemos que haya una amenaza para el público o que haya sospechosos fugados", han señalado los investigadores en un comunicado. Esto implica un cambio de hipótesis respecto de lo que se pensó en un principio, cuando todo apuntaba a que una tercera persona implicada podría haber sido el autor del crimen. Asimismo, las perquisiciones policiales continúan por aclarar los hechos. El director administrativo de la ciudad, Rob Dotson, ha explicado que el hecho de ser encontrado por policías al ir a hacer una inspección para los servicios sociales es una verificación habitual cuando otros vecinos plantean inquietudes o no han visto a algún residente durante un periodo de tiempo inusual. Más allá de esto no proporcionó más detalles sobre la situación de esta familia, según ha publicado la prensa local sobre el caso. "Esta comunidad siente remordimiento, siente dolor", ha sentenciado.

Los vecinos de esta comunidad rural están muy unidos y las casas pocas veces cambian de propietarios, lo cual garantiza que casi todos los ciudadanos se conozcan. Aaron Diamond, un residente de Enoch City, dijo a The New York Times que conocía bien a los muertos porque asistían a la misma iglesia que él. "Eran una familia maravillosa, maravillosa", aseguró, y agregó que el padre había trabajado para una compañía de seguros. "Todos estamos conmocionados y desconsolados", continuó: "la gente que vive aquí ama a sus vecinos".

El gobernador del estado de Utah, Spencer J. Cox, hizo referencia al crimen de Enoch City en un mensaje en las redes sociales: "nuestros corazones están con todos los afectados por esta violencia sin sentido. Por favor incluyan a la comunidad de Enoch en sus oraciones". Los policías siguen investigando la muerte de los ocho miembros de la familia, cinco de ellos menores, pero por lo que parece habría sido un incidente interno sin que en un principio hubiera un tirador que los haya asesinado a todos y después haya huido.