Mundial de Fútbol de Qatar 2022: del 20 de noviembre al 18 de diciembre. Más allá de las polémicas surgidas a raíz de la celebración de este acontecimiento en el país del golfo Pérsico, hay una controvertida alerta sanitaria que podría traer una segunda oleada de boicot contra los cataríes: el coronavirus del síndrome respiratorio de Oriente Medio o comunmente conocida como virus del camello. Esta enfermedad, que se transmite con el contacto directo o indirecto con los dromedarios tiene una tasa de mortalidad del 35% entre todos los infectados, según ha advertido la Organización Mundial de la Salud (OMS). La sintomatología de la infección por MERS-CoV es tos, expectoración, neumonía, insuficiencia respiratoria y renal. Sin embargo, la presencia del virus no es nueva, sino que se informó por primera vez en 2012, cuando fue detectado en Arabia Saudí. Por otro lado, el virólogo Ron Fouchier sugirió ese mismo año que podría tener origen animal y mantener relación con los murciélagos.

Medidas de higiene, restricciones y opacidad de Qatar

Muchos países, con la expectación de este acontecimiento deportivo, han recomendado seguir medidas de higiene y de distancia social excepcionales, como las que ahora se han perdido pero fueron implantadas en los inicios de la pandemia de la Covid-19. Qatar, por su reducido territorio no es el que cuenta con más casos o incidencia, como mínimo según los datos oficiales. El país es uno de los más opacos en derechos humanos y libertad de prensa. Sin embargo, en el último repunte hubo una víctima mortal, este mes de mayo. El comunicado oficial es que desde que surgió el virus sólo se han dado 28 infecciones y siete decesos. Esto lo posicionaría en casos similares a los de Emiratos Árabes Unidos, Kuwait o estados del norte del África oriental. Arabia Saudí, por su extensión y población, además de otras variables, habría sido la más afectada de esta epidemia geolocalizada.

En estos momentos no existe un tratamiento en caso de infección. Es decir, a diferencia de la Covid-19 no hay una vacuna específica. Algunos comunicados han señalado que dicha inyección se encuentra en fase de desarrollo. Pese a todo ello, cabe decir que la transmisión es más lenta y más complicada que con el coronavirus que provocó la pandemia mundial vivida los dos últimos años y medio, aunque mantenga relación con el nombre. De todos modos, se trata de una transmisión transzoonica y si se pone en alerta a Qatar, se tendría que hacer lo mismo con todos los países del golfo Pérsico y otros del norte de África e, incluso, europeos como Francia o Italia, donde hubo infecciones y un muerto.