Aclarar qué sucedió el pasado 14 de diciembre al regresar de Montserrat, pasadas las cuevas del Salnitre de Collbató, cuando Isak Andic, el fundador de Mango y uno de los hombres más ricos del Estado, es una de las prioridades ahora mismo de los investigadores de la Unidad de Investigación de los Mossos d'Esquadra, sobre todo para cerrar un expediente que ahora se ha reabierto y que ha generado un gran revuelo entre la jet set de nuestro país. La policía catalana sigue trabajando con la principal hipótesis de que fue un accidente. Isak Andic y su hijo Jonathan, que hacían una excursión juntos, dejaron el coche aparcado en un aparcamiento de Collbató y comenzaron la ruta a pie. De regreso, cuando ya estaban llegando de nuevo al vehículo, el padre perdió el equilibrio en un caminito y cayó por un desnivel de 150 metros, y quedó inconsciente. De nada sirvieron los esfuerzos, solo se pudo certificar la muerte.
Contradicciones del hijo de Isak Andic
Que ahora se haya reabierto el caso, aunque la policía y fuentes judiciales aseguren que es un procedimiento habitual y que se hace para poder practicar diligencias que no se habían realizado, y para evitar que la investigación agotara los plazos que marca la ley, ha generado un gran revuelo mediático. Las disputas entre el padre y el hijo por el control de la empresa —Andic Jr. dirige Mango Man, la línea de moda para hombres, y ahora ha asumido, tras heredar parte de las acciones, la vicepresidencia del consejo ejecutivo— alimentan, evidentemente, la teoría de la conspiración, aunque por ahora, a pesar de las reservas lógicas de los investigadores, no haya ningún indicio que haga pensar que Jonathan Andic hubiera participado en la muerte de su padre, más allá de estar allí en ese momento y ser el único testigo que tienen los Mossos d'Esquadra que llevan el caso.
Además del hijo, que fue interrogado la misma tarde de los hechos y también una segunda vez, durante un par de horas, en la comisaría de Martorell, al cabo de treinta días, también se escuchó en declaración a quien fue pareja de Isak Andic y también a dos operarios del parque natural, que aseguraron que no vieron nada extraño ni, tampoco, oyeron nada. Fuentes policiales sí aseguran que en la declaración que hizo Andic Jr. ante los investigadores, en la segunda ocasión, cuando fue interrogado como testigo de los hechos, pero con mucho detalle de los hechos, cometió algún error o incluso dijo cosas que no cuadraban con el análisis del accidente que habían realizado los agentes que llevan el caso y los especialistas en rescates de montaña de los Mossos, de la Unidad de Intervención de Montaña (UIM). Estas incongruencias apuntan a que Jonathan Andic no explicó con exactitud dónde estaba cuando su padre cayó al vacío, sobre la posición del vehículo en el aparcamiento y sobre si había hecho fotos o no durante la ruta, aunque después se pudo saber que sí. Sea como sea, los investigadores creen que ninguna de estas contradicciones en su relato, que hizo solo ante los policías, sin abogado, pueda indicar que oculta algo relevante a los policías. Nada ha cambiado, por ahora, del primer informe, en forma de atestado, que los agentes entregaron al juzgado número 5 de Martorell, que asumió el caso al mediodía de aquel frío pero soleado sábado de diciembre.
Agotar todas las vías de investigación
Para agotar todas las vías de investigación posibles, y para cerrar el expediente con total seguridad de que no hay nada que se escape, los Mossos han solicitado nuevas diligencias, como geoposicionar el móvil del hijo y también tener acceso al móvil del fundador de Mango, para que, aunque quedó muy destrozado por la caída, se pueda recuperar la ruta si quedó guardada en alguna de las aplicaciones que hacen uso del GPS en los terminales móviles. Expertos en investigaciones policiales, a su vez, también detallan que la posición de los terminales no podrá revelar mucha información más allá de confirmar que estaban allí y por qué zonas se movieron, antes y después de los hechos. No se descarta que el hijo vuelva a ser citado a declarar, ahora ante el juez, y, previsiblemente, también como testigo.
Todo junto, estas nuevas diligencias, el informe de las dos declaraciones del hijo, las declaraciones a familiares y también a los operarios del parque, así como la autopsia, que no reveló nada extraño, hasta donde se ha podido saber ahora, se incorporará en la nueva entrega que harán los Mossos d'Esquadra al titular del juzgado de Martorell, que se ha convertido, en las últimas horas, en el punto más caliente de Cataluña. La policía confía en cerrar el caso como lo que todo parece indicar, un accidente, pero quieren hacerlo bien, sin ningún detalle por esclarecer o comprobar. Para confirmar que, por ahora, nada contradice que fue un fatal accidente. La teoría de la conspiración, sin embargo, está en marcha. Y no solo fuera de los muros de Mango. Saber la verdad, despejar dudas, también ayudará, si se confirma que fue un accidente, a tapar esta teoría que sobrevuela Cataluña y la burguesía catalana.