Agentes de la policía local han detenido a un joven de veintiún años por|para un presunto delito contra la seguridad vial al conducir sin una de las ruedas delanteras del coche y bajo los efectos del alcohol en el municipio de Cambre, en Galicia. Un individuo que observó la conducción del chico alertó a la policía, de que localizó el vehículo y realizó una prueba de alcoholemia en el conductor.

El joven paró el coche cuando no pudo hacer una subida

El joven detenido, que reside en el municipio gallego de Oleiros (En Coruña, Galicia), condujo un total de diez kilómetros, desde el pueblo de Ledoño hasta Cambre, sin la rueda delantera del vehículo. Un hombre presenció el instante exacto en el que el conductor intentó circular por una cuesta y no pudo, aunque estuvo circulando durante unos quince minutos sin una de las piezas fundamentales del vehículo. Este hecho le llamó la atención y decidió llamar a la Policía Local para avisar de que había un individuo circulante por el pueblo sin una de las ruedas del vehículo. En los diez kilómetros de recorrido, el vehículo dejó varias marcas sobre el asfalto a consecuencia de la falta de la rueda.

La Policía Local lo interceptó y se presentó en el lugar donde el hombre les había dicho que se encontraba el vehículo. Allí, apreciaron que su conductor presentaba señales compatibles con una intoxicación etílica. Entonces, los agentes efectuaron una prueba de alcoholemia al chico. En el primer resultado de la prueba, el joven presentaba una elevada tasa de alcoholemia: 1,02 miligramos de alcohol por litro de aire aspirado. En la segunda prueba, aunque el resultado era más bajo, seguía casi cuadriplicando la tasa máxima permitida, con un resultado de 0,89 miligramos de alcohol por litro de aire aspirado. Según lo que explicó el detenido a la policía, aunque notó que "alguna cosa iba mal con la rueda", decidió no darle más importancia y seguir su camino.

El joven gallego circuló durante diez kilómetros sin una de las ruedas delanteras del vehículo, dejando marcas en el asfalto / Europa Press

Ahora, el joven se enfrenta a varias sanciones por|para su temeraria y peligrosa conducción. Los agentes lo han detenido como acusado de haber cometido un delito contra la seguridad vial al conducir superando la tasa máxima permitida. Las pruebas de alcoholemia que resultan en una cifra superior a 0,60 miligramos de alcohol por litro de aire aspirado son consideradas un delito penal. Así pues, un resultado como el del chico puede suponer no solo una sanción económica, sino también condenas a trabajos comunitarios, la retirada del carné y, en el peor de los casos, una condena en la prisión.