Durante 30 horas, cuatro hombres de nacionalidad india, supuestamente, torturaron a un compatriota suyo para cobrar una deuda de 400 euros en un piso de Amposta. Los Mossos, tras horas de violentas y repulsivas torturas, detuvieron a los responsables de los hechos después de liberar a la víctima, y ahora el caso llega a juicio en la Audiencia de Tarragona. Los hechos se remontan al 4 de septiembre de 2019, en el centro de Amposta, en una casa del barrio de las Quintanas de la capital del Montsià. La Fiscalía pide 17 años de prisión para tres de los detenidos y dos años para un cuarto arrestado, también supuestamente implicado en los hechos.

Después de haberse quedado para tomar algo en el centro, cerca de la plaza del Ayuntamiento, y con una trampa, asegurando que debían arreglar un malentendido en unos mensajes enviados por WhatsApp, uno de los implicados llevó a la víctima hasta la casa, donde la encerraron, evitando que pudiera escapar y pedir ayuda. Para hacerlo aún más complicado, e incluso evitar que pudiera ser rastreado, le robaron el móvil, le quitaron la tarjeta y lo dejaron inutilizado. También le escondieron el pasaporte. En el interior del inmueble había dos personas más, que ataron al hombre e iniciaron las torturas. Aunque primero reclamaron 400 euros, que era la deuda que supuestamente la víctima tenía con uno de los secuestradores, finalmente pidieron a la familia 10.000 euros.

Secuestro durante 30 horas

Durante las 30 horas que duró el secuestro, los acusados, según el relato de la Fiscalía, torturaron con violencia al hombre, golpeándole con todo tipo de artefactos de hierro, causándole graves heridas. También se orinaron en su boca y sobre su cuerpo. Y además, con una cucharita, le hicieron ingerir cocaína mezclada con paracetamol y todo ello remojado con whisky. Para reclamar el pago de la deuda a la familia de la víctima, los captores grabaron vídeos con el móvil, donde se le veía gravemente herido, y los enviaron. La amenaza era clara: si no pagaban antes de unas horas, lo matarían. Los vídeos los difundieron entre la comunidad india de las Terres de l'Ebre, por grupos de WhatsApp.

Aunque la familia se puso en contacto con los Mossos, superados por el miedo de las amenazas de los secuestradores, finalmente pagaron casi 9.000 euros. Los acusados liberaron al hombre después de ponerle unos pantalones y hacerle ingerir más whisky. Alertaron a la familia y lo dejaron en medio de la calle, ya en libertad. Necesitó atención médica para poder recuperarse de las heridas que sufrió durante las 30 horas que duró el secuestro.

Los Mossos estaban al tanto del caso, y aunque la víctima ya estaba en libertad, igualmente continuaron con la investigación y pudieron detener a tres de los implicados en la casa de los horrores, después de asaltarla con agentes de la ARRO de las Terres de l'Ebre. El caso fue bautizado como Trabucador. Ahora el caso llega a juicio y la Fiscalía pide diecisiete años de prisión para tres de los detenidos por los delitos de secuestro, contra la integridad moral y lesiones, y dos años para otro de los detenidos, que no alertó de los hechos e impidió que torturaran al hombre, aunque sabía perfectamente qué estaban haciendo sus tres compañeros.