Hace meses que los Mossos d'Esquadra avisan de los peligros del cultivo y el tráfico de la marihuana, que se ha convertido en el país que produce esta droga para exportarla a toda Europa. Las mafias han encontrado en este negocio su modus vivendi. Y con la expansión de las plantaciones, las bandas criminales también han tenido que ampliar su abanico de hechos delictivos, muy relacionados con la marihuana. Como un clan familiar de Badalona que se dedica a extorsionar a familias para hacerlas marcharse de sus casas para instalar plantaciones de marihuana de interior.

Los Mossos d'Esquadra de la Unidad de Investigación de Badalona y de la División de Investigación Criminal (DIC) de Metro Norte han detenido a los jefes de este clan, instalado en Badalona, en el marco del caso Exodus. En total se han arrestado quince personas y se han localizado nueve plantaciones de marihuana en varios pisos.

Un clan familiar del barrio de Sant Roc de Badalona

Todos los detenidos formaban parte de un clan familiar ubicado en Badalona que había creado ramificaciones en Nou Barris (Barcelona) y en Piera, en la comarca de Anoia. El grupo conseguía de manera ilícita quedarse con pisos de los vecinos de la zona que después utilizaban para instalar plantaciones de marihuana de interior.

 

Las detenciones se producen a raíz de una compleja investigación iniciada en septiembre de 2020 a partir de una denuncia recibida en la comisaría de Badalona en que una familia exponía que se había tenido que exiliar de su barrio, forzada por las constantes amenazas del clan familiar.

La Unidad de Investigación de Badalona consiguió nuevas denuncias en que las víctimas relataban hechos similares. El clan familiar acusaba a las víctimas de tener una deuda con ellos que era falsa y, bajo este pretexto, les amenazaban gravemente y les intimidaban. Para hacerlo, aprovechaban la superioridad numérica del clan y su reputación de gente violenta. El clan exigía la cesión del piso a la familia con el fin de saldar la presunta deuda, motivo por el cual las víctimas se veían obligadas a abandonar su lugar de residencia y emprender un exilio forzoso por miedo a las represalias.

Los echaban para quedarse los pisos y hacer marihuana

Bajo la batuta del Juzgado de Instrucción número 2 de Badalona se inició una investigación para aclarar y probar los hechos y desmantelar al clan. Los investigadores consiguieron identificar a los integrantes del clan familiar y consiguieron indicios de su participación en las extorsiones para quedarse con los pisos. También descubrieron que los integrantes de este entramado delictivo utilizaban estos inmuebles sustraídos para instalar plantaciones de interior de marihuana. La mayoría de estos pisos estaban ubicados en el barrio de Sant Roc de Badalona, aunque también detectaron que el cultivo de cannabis de interior se extendía en varios domicilios de Nou Barris y en una casa de Piera. El clan había conseguido una red de plantaciones ilegales que les servían para conseguir grandes ingresos.

Durante esta primera fase de la operación, los investigadores detuvieron a cuatro personas y se hicieron cinco entradas en pisos. Finalmente, el pasado 20 de julio se culminó la investigación. Los agentes realizaron diez entradas y cacheos, uno en Piera, tres en Barcelona y seis en Badalona. En estos pisos se localizaron nueve plantaciones de marihuana y especialistas de la compañía eléctrica detectó e inhabilitar varias instalaciones eléctricas fraudulentas, las cuales comportan un riesgo serio de incendio para los vecinos. El operativo se saldó con once personas detenidas, todas de nacionalidad española.

Tres de los del clan, a prisión

Los Mossos pudieron devolver los inmuebles a sus legítimos propietarios, según ha asegurado el cuerpo policial en una nota de prensa este sábado. Al mismo tiempo, la policía catalana no descarta que se puedan hacer más detenciones de personas relacionadas con el clan y este trama que se dedicaba a robar pisos para instalar plantaciones de marihuana.

Una vez pasaron a disposición del juzgado de instrucción número 2 de Badalona, el magistrado decretó el ingreso en la prisión de tres miembros del clan y la libertad con cargos para el resto. El juez sí que ordenó una orden de alejamiento de los arrestados a sus víctimas para propiciar que pudieran volver al barrio de Sant Roc, de donde se habían tenido que marchar por las amenazas del clan familiar.