Los servicios de emergencias han recibido un aviso a las 6:43 horas de la mañana de este domingo en el cual se informaba de cinco intoxicados por algún tipo de sustancia. Los afectados, todos hombres, se encontraban en un local de la calle Casanova de Barcelona que ofrece servicios de sauna. Dos de ellos han tenido que ser ingresados en el hospital en estado crítico, mientras que los otros tres se encuentran menos graves. A estas alturas los Mossos d'Esquadra no han detectado signos de criminalidad.

Intoxicados en una sauna 

Seis ambulancias del Sistema de Emergencias Médicas (SEM) se han desplazado esta madrugada hasta el número 57 de la calle Casanova, una de las saunas gais más populares del distrito del Eixample. Los cinco afectados, de entre 30 y 50 años, han sido estabilizados por los sanitarios. Al lugar también se ha desplazado un equipo de coordinación operativa y uno de logística para poder atender a los intoxicados. 

Tres de ellos han recibido una primera asistencia in situ antes de ser trasladados a los hospitales del Mar y del Sagrat Cor con pronóstico menos grave. Sin embargo, dos de los afectados han tenido que ser ingresados de urgencia en los hospitales Clínic y Sant Pau, respectivamente, donde han llegado en estado crítico. A estas alturas se encuentran en observación en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de los respectivos centros médicos. 

Los Mossos han abierto una investigación

Los Mossos d'Esquadra, que también acudieron a la escena, han abierto una investigación para aclarar los hechos. Los agentes no han detectado indicios de criminalidad, pero tienen todas las hipótesis abiertas. Por otro lado, todavía desconocen con qué tipo de sustancias se han intoxicado los cinco afectados, y se encuentran a la espera de recibir los resultados de las analíticas

No es la primera vez que esta sauna de Casanova es noticia. En enero del 2020, un turista norteamericano fue secuestrado y retenido durante más de veinte horas por un hombre que había conocido en este local. El secuestrador le llevó hasta un pueblo de la Anoia donde le dejó encerrado en una casa después de robarle las tarjetas de crédito y todo el dinero en efectivo que llevaba encima. Finalmente, la víctima consiguió librarse y denunció a su secuestrador, quien fue condenado a seis años de prisión