La policía le ha chafado la Navidad al propietario del taller ilegal donde han encontrado más de 90.000 juguetes falsificados: los Reyes Magos ya no traerán a los niños ninguno de los juguetes que fabricaba de manera fraudulenta en su local situado en Lloret de Mar. Y, encima, ha acabado detenido.

Todo empezó cuando la Policía Local constató que el taller no contaba con los papeles correspondientes que se necesitan para poder ejercer cualquier actividad comercial. Eso llevó a los agentes a investigar el taller en cuestión, y encontraron un total de 90.013 juguetes, todos falsificados de marcas muy conocidas. La policía se puso en contacto con los perjudicados quienes están gestionando las correspondientes denuncias.

Logística impecable

El local donde se encontraron las falsificaciones estaba conformado por dos estancias bien diferenciadas y ordenadas. La primera habitación se utilizaba como almacén donde los agentes encontraron las cajas que contenían los artículos copiados; la segunda estaba orientada al montaje de los blísters donde se guardaban los productos antes de ponerlos en venta.

En esta segunda estancia también se encontraban todas las etiquetas, adhesivos y chapas metálicas que identificaban las marcas copiadas. Además, encontraron tres prensas de transferencia térmica que sirven para calcar los logos de las marcas en artículos como tazas, mecheros o llaveros. Incluso se habían asegurado el falsificar los albaranes, que contenían datos como el comprador, la cantidad y el tipo de producto, y el precio de venta de este.

Productos peligrosos

Muchos de los juguetes que encontraron en el interior del taller se componían de piezas muy pequeñas que podrían suponer un peligro para la integridad física de los niños. Los juguetes fabricados de manera legal también suelen tener piezas pequeñas, pero, en este caso, no se puede garantizar la seguridad de los objetos como no han pasado ningún control de calidad.

La policía confiscó todos los artículos encontrados y detuvieron el acusado, un hombre de 44 años, por un delito contra la propiedad industrial así como por la producción, almacenaje y comercialización de productos de fabricación ilegal. El hombre pasó a disposición judicial y más tarde le pusieron en libertad.