Miércoles trágico en la localidad de Begur, en el Baix Empordà (Girona). Un chico de 23 años ha muerto ahogado en la playa de Sa Riera en un accidente laboral mientras estaba colocando un campo de boyas de amarre de barcos de cara a la temporada estival que tiene que empezar en las próximas semanas. El joven, trabajador del Club Nàutic Sa Riera, se había sumergido en el agua para instalar una de ellas, pero ha pasado más tiempo del esperado y no ha vuelto a salir a la superficie. Su compañero, que lo estaba esperando en la embarcación, viendo que alguna cosa no iba bien, ha pedido ayuda a los ocupantes de otra embarcación que había muy cerca, a unos dos kilómetros del núcleo urbano.
El chico ha quedado atrapado en la cuerda de una de las boyas
Entre todos se han zambullido en el agua y han encontrado al joven sumergido y atrapado en la misma cuerda que sujeta la boya que estaba instalando, a 1,5 metros de profundidad. Lo han podido sacar del agua y lo han llevado hasta la arena, donde agentes de la Policía Local de Begur le han practicado las primeras maniobras de reanimación cardiopulmonar hasta la llegada de los efectivos del Sistema d'Emergències Mèdiques (SEM). Los sanitarios han seguido con los intentos por salvarle la vida, pero ya no se ha podido hacer nada y han acabado confirmando su defunción. El cuerpo de la víctima, Marc O.C., ha sido trasladado al Instituto de Medicina Legal (IMLC) de Girona para que los forenses le practiquen la autopsia.
El compañero del joven muerto ha tenido que ser atendido por los servicios sanitarios con un ataque de ansiedad y ha sido trasladado en ambulancia hasta el Hospital de Palamós. Por su parte, la Policía Local ha activado el servicio de psicológico para atender a los familiares y conocidos de la víctima. La Policía Judicial de la Guardia Civil de Girona se ha hecho cargo de la investigación del caso, que instruye el Juzgado de Instrucción de la Bisbal d'Empordà en funciones de guardia.