La Policía Municipal de Terrassa, con la colaboración de los Mossos d'Esquadra, han vuelto a poner en práctica un cierre total de la zona de ocio de la cocapital del Vallès Occidental para evitar agresiones con arma blanca y la entrada de botellas de vidrio en la calle de la Rasa. Este punto, de los últimos que quedan de ocio en Terrassa, ha vivido en los últimos meses momentos de tensión, incivismo y violencia. Desde la Policía Municipal se ha optado por hacer dispositivos concretos de cierre de las calles de la Rasa, de la calle de la Indústria y de la calle del Pantà, con registros, identificaciones y controles de paso al estilo 'checkpoints'.
Durante toda la noche las dos policías alargaron el cierre, evitando así la entrada en la zona de bares de personas con armas blancas, uno de los problemas de los últimos meses, donde se han disparado las agresiones con cuchillos, navajas y machetes, también en Terrassa. En los registros que se hacen, donde se comparten las filiaciones con las bases de datos policiales para comprobar los antecedentes de las personas que quieren acceder en estas zonas y, al mismo tiempo, poder detener, si hace falta, a alguna persona que esté en busca y captura y que salte la alerta cuando sea identificada.
Una medida contundente valorada positivamente
Algunos de los jóvenes afectados por este cierre valoraban positivamente la medida, a pesar de ser drástica. Los vecinos también aseguran que hacían falta medidas para evitar el descontrol que reina en esta zona de la ciudad, cada vez con más incidentes violentos. Al mismo tiempo, sin embargo, alertan de que fuera del perímetro de seguridad organizado por la Policía Municipal de Terrassa con la colaboración de los Mossos, se siguieron produciendo algún tipo de disturbio y la zona de botellón se movió a otro lugar. En los controles de paso se pudieron intervenir armas blancas, según ha podido saber ElCaso.com.
El alcalde de Terrassa, Jordi Ballart, ha celebrado esta operación en sus redes sociales asegurando que el objetivo es que todo el mundo se pueda divertir pero respetando "la convivencia". Varios vecinos le piden que sea también contundente con las "manadas" de jóvenes que asaltan, con armas blancas, a las personas que salen de esta zona de ocio y vuelven a su casa, después de la fiesta.