Los Mossos alertan internamente que la policía se ha convertido en objetivo de los terroristas. En el último gabinete de coordinación antiterrorista se pidió reforzar la autoprotección y también la vigilancia perimetral de las comisarías ante el riesgo de ser atacados por terroristas yihadistas, que también han marcado a los cuerpos y fuerzas de seguridad como uno de los objetivos en su campaña de terror contra Occidente. Pero muchas veces las palabras no van de la mano de los gestos. Hace días que hay una preocupación que recorre todas las comisarías de los Mossos d'Esquadra. Los chalecos antibalas que llevan los agentes de los Mossos d'Esquadra —todos los agentes tienen el suyo, tras una larga reivindicación desbloqueada en el año 2014— han caducado o están a punto de hacerlo, y no hay ninguna previsión, hasta el momento, y según han confirmado los agentes y fuentes oficiales a ElCaso.com, para que sean renovados. Algunos han comenzado a caducar a finales de noviembre y otros lo harán en enero de 2025, según una consulta en diversos servicios policiales realizada por este diario.
Todos los chalecos antibalas interiores —después cada especialidad, como seguridad ciudadana, tráfico, ARRO o Brimo, tiene su funda exterior— tienen una inscripción que detalla el año de fabricación y también la fecha de caducidad, de diez años. En el año 2014 se comenzaron a repartir chalecos a todos los agentes del cuerpo, haciendo una inversión, en aquel momento, de más de 4 millones de euros. El objetivo fue dotar de chalecos antibalas, sobre todo, a todos los agentes de seguridad ciudadana, a raíz del incremento de incidentes con armas de fuego y armas blancas en aquel momento en Catalunya. Hasta 2017 se fueron entregando todos los chalecos, también a los agentes de oficinas, pero ahora, los primeros, comienzan a caducar, y los agentes, tras elevar las quejas a sus superiores, no han recibido respuesta. No consta, hasta el momento, que haya una fecha cerrada para recibir nuevos chalecos. Sí que fuentes de Interior aceptan que se ha iniciado la licitación, pero el proceso puede ser largo. Actualmente, ya hay agentes de equipos de intervención, en el ARRO, cuyo equipo balístico ya está caducado. Algunos caducan este diciembre. Y un número importante caducará en enero de 2025.
Caducados y en mal estado
Como es también normal, el uso continuado de las placas interiores de los chalecos durante diez años también ha generado desgaste, y muchas de estas protecciones antibalas están deterioradas. Algunos agentes, para estar cubiertos en caso de un incidente donde puedan resultar heridos, han elevado informes a sus superiores, de manera oficial, detallando que están trabajando con chalecos antibalas caducados. Expertos consultados por ElCaso.com aseguran que, si bien el vencimiento de la fecha de caducidad no hace expirar la protección, y que, por tanto, también puede dar seguridad un chaleco caducado, sí que es cierto, explican, que se trata de un tema de responsabilidades, ya que si el incidente se produce con el chaleco caducado, el seguro podría no hacerse cargo de sus responsabilidades, dejando al agente sin cobertura. Si algún agente resulta herido o fallecido en una intervención con material caducado, se podría abrir un escenario muy complicado, tanto para el agente como para los responsables del cuerpo de los Mossos d'Esquadra.
Por ahora, si se tienen en cuenta las fechas de finalización del concurso de compra de los nuevos paquetes balísticos, algunos de los sindicatos consultados por ElCaso.com, como CCOO-Mossos, aseguran que durante meses los agentes de la policía catalana trabajarán con el chaleco antibalas caducado. También se ha detectado un deterioro preocupante en algunos chalecos actuales, según las imágenes recibidas por parte de los agentes. El mismo sindicato critica la falta de gestión de la Subdirección de Riesgos Laborales y está analizando si el concurso de compra de nuevos chalecos cumple los estándares de seguridad o solo prioriza el coste económico.
Furgonetas y material de ARRO anticuado
A la problemática de los chalecos, sin embargo, los agentes consultados por ElCaso.com también alertan de otros peligros. En el caso del ARRO, el Área Regional de Recursos Operativos, los agentes también han señalado el mal estado de las furgonetas operativas y la falta de material, como los mazos para abrir puertas o el material balístico de asalto, limitado y de tallas pequeñas. El ARRO es una unidad muy polivalente, que puede asumir incidentes de orden público como también tener que hacer asaltos en casas, planificados o no, y a pesar de la criticidad de algunos de los servicios, lamentan que el material que tienen no está a la altura.
El ARRO, por ejemplo, y sobre todo en los últimos años, que ha aumentado la presencia de armas de fuego en plantaciones de marihuana -conviene recordar un caso en el Maresme, donde unos narcos albaneses abrieron fuego contra agentes de esta unidad-, se realizan servicios que pueden acabar con la misma peligrosidad que la Brimo o el Grup Especial d'Intervenció (GEI) con material de protección muy inferior, destacan los agentes a ElCaso.com. Sin ir más lejos, la Unitat de Suport i Reacció Ràpida, conocida como USIR, de la Guàrdia Urbana de Santa Coloma de Gramenet, cuenta con un aparato de apertura de puertas hidráulico -adquirido cuando la actual consejera de Interior, Núria Parlon, era la alcaldesa de este municipio del área metropolitana.